Vidas e historias extraordinarias de poblanos se encuentran en las páginas de la historia, como el caso de Gilberto Bosques Saldívar, también conocido como el Schindler mexicano.
Gilberto Bosques durante su estancia en Marsella | Foto: Familia Bosques
Este hombre, originario de Chiautla de Tapia, Puebla, se propuso valer su posición política para salvar la vida de miles de perseguidos durante la Segunda Guerra Mundial.
El Schindler mexicano fue homenajeado por Google | Imagen: captura de pantalla
Nació el 20 de julio de 1892 y fue un profesor, periodista, político y diplomático mexicano, pero sobre todo una persona con gran vocación pedagógica.
Bosques ayudó a víctimas de la Segunda Guerra Mundial | Acervo Histórico Diplomático
En 1904 dejó su municipio de origen para llegar a Puebla capital con la intención de estudiar para maestro de educación primaria en el Instituto Normalista de Puebla, formación que interrumpió en 1909 para participar en el movimiento revolucionario.
También tuvo una participación en el movimiento de la Revolución, pues en 1910 colaboró con el levantamiento de Aquiles Serdán y sus hermanos, y en 1913 formó parte y dirigió un sector estudiantil y magisterial contra Victoriano Huerta.
A la política y administración pública dio sus primeros pasos en Puebla y de ahí escaló a nivel federal, convirtiéndose en uno de los hombres cercanos del presidente Lázaro Cárdenas.
Entre 1934 y 1937 fue diputado federal por el distrito de Chiautla de Tapia-Acatlán de Osorio, impulsando, precisamente, la reforma al artículo 3 constitucional.
De 1939 a 1944 fue designado como cónsul general de México en París, Bayona y Marsella, posición desde la que ayudó a más de 40 mil refugiados de distintas nacionalidades y credos, como españoles, judíos y otros perseguidos por el fascismo.
Con su intervención y relaciones con varios amigos, ayudó para que muchos hombres y mujeres pudieran cruzar el Atlántico y llegar a territorio azteca, donde se les ofreció residencia y nacionalidad mexicana.
Como cónsul, una de sus principales preocupaciones fue ayudar a los mexicanos que estaban en medio del conflicto, pero su protección se extendió a todo ser humano, sin importar la nacionalidad, a republicanos españoles que huían del franquismo y los judíos y personas en peligro por el nacismo.
También logró liberar a franceses, libaneses e italianos, por lo que estima que emitió cerca de 40 mil visas a mujeres y hombres para migrar a México.
En 1942, luego que México rompió las relaciones diplomáticas con Francia, Bosques Saldívar presentó la nota de ruptura e inmediatamente después las tropas alemanas lo detuvieron, junto con su esposa y sus tres hijos.
Después de poco más de un año, en 1943, los mexicanos fueron canjeados por prisioneros alemanes mediante una gestión realizada por el presidente Manuel Ávila Camacho.
Gilberto Bosques regresó a México en abril de 1944. Fue recibido por miles de refugiados españoles que lo esperaban en la estación del ferrocarril de la Ciudad de México.
Después de la caída del nazismo, fue ministro extraordinario y plenipotenciario en Portugal (1945-1949) y en Suecia y Finlandia (1949-1953). Además, fue embajador en Cuba entre 1953 y 1964.
Gilberto Bosques Saldívar falleció el 4 de julio de 1995 en la Ciudad de México a la edad de 102 años.
En 1988 su nombre fue grabado con letras de oro en el recinto del H. Congreso del Estado de Puebla.
En 2013, se creó el Premio en Derechos Humanos “Gilberto Bosques”, en ocasión de los cincuenta años del Tratado de Eliseo.
En abril de 2018, en el jardín de Casa Refugio Citlaltépetl, se develó la escultura “Gilberto Bosques”, del escultor, grabador, bordador y defensor de los derechos humanos Alfredo López Casanova.