En la zonas residenciales de Puebla y su metrópoli es común el trabajo doméstico de personas que se encargan de la limpieza de los hogares.
Sin embargo, la forma como estos puestos se ofertan y las condiciones laborales en las que trabajan pueden constituir una forma de explotación y trata de personas.
El 9 de marzo del 2023 se conoció el caso de Lili N, una mujer que solía contratar a mujeres de la zona nororiental para hacer trabajo doméstico en las capital de Puebla, pero a quienes explotaba y golpeaba. La mujer, que se encuentra detenida, enfrenta cargos por trata de personas.
Así lo señala la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), que incluso cuenta con una guía para orientar a las personas que prestan este tipo de servicios.
En la misma señala que una de las formas de trata de persona más común y también más difícil de identificar es la captación de mujeres y niñas con fines de explotación en el trabajo del hogar.
Así, advierte la comisión, detrás del trabajo que estas personas buscan, puede haber una historia de la que no quieren formar parte.
De acuerdo con uno de los folletos con los que se busca prevenir este hecho delictivo, en el país existen personas que captan niñas y adolescentes en comunidades indígenas y rurales prometiéndoles una vida mejor.
Las trasladan lejos de sus familias y comunidades a lugares donde se incrementan sus condiciones de vulnerabilidad, pues en ocasiones incluso no hablan el mismo idioma.
Una vez que son alejadas de esta red de apoyo son entregadas con fines de explotación para el trabajo en el hogar a personas como vecinos, familiares amistades y colegas del trabajo.
En estos escenarios se coartan los derechos de las niñas y adolescentes a la educación, la salud, el juego y se afecta el libre desarrollo de su personalidad.
De acuerdo con el folleto de la comisión, las personas que inician con estos procesos son regularmente cercanas a las víctimas.
Para convencerlas, hay engaño al decirles que se les pagará un buen salario, que recibirá educación o que tendrán buenas condiciones de empleo como horario, vivienda, días de descanso, entre otros.
La comisión advierte nueve puntos para tomar en cuenta cuando el trabajo doméstico se convierte en trata de personas.
-Que se pida una disponibilidad de todo el día y sin descanso.
-Que haya golpes, gritos o amenazas.
-Si es origen extranjero, que existan amenazas explícitas de entregar a la víctima a migración cuando aún siendo de otro país tienen derechos.
-Acusaciones de robo y que las obliguen a trabajar bajo la amenaza de una denuncia policial.
- Que las jornadas sean inhumanas y excesivas.
- Que se incurra incluso en abuso sexual.
-Que le prohíban tener contacto con la familia.
-Que no paguen el sueldo acordado en un inicio.
-Que se generen deudas por cobro de comida, transporte, uniforme, utensilios de limpieza y préstamos.
Como parte de la campaña de prevención, la comisión pone a disposición de las posibles víctimas la Línea Nacional Ciudadana Contra la Trata de Personas donde las denuncias son confidenciales y que se realizan al teléfono 800 553 300.