Un sitio en Puebla donde la Navidad es eterna es en el Pueblo Mágico de Chignahuapan, que se localiza en la Sierra Norte del estado y donde se hacen al año cerca de 70 millones de esferas de vidrio.
Para llegar a esta localidad se cuenta con vías de acceso rápidas que permiten que desde la Ciudad de México los viajeros puedan llegar en un fin de semana y disfrutar de la belleza natural que regala este municipio.
Si tu deseo es no conducir o no cuentas con auto propio, existen líneas de autobuses que te llevan a Chignahuapan y en la terminal de autobuses hay colectivos o taxis que te acercan al centro, ya que está a solo un par de cuadras.
¿Cómo llegar a Chignahuapan?
Saliendo de Puebla: de la capital poblana a Chignahuapan la distancia es de 112 kilómetros, lo que equivale a un trayecto de dos horas en promedio, considerando una velocidad moderada.
En automóvil desde Puebla debes tomar la carretera México-Puebla hasta la pista Puebla-Tlaxcala. Posteriormente, atravesar o rodear Tlaxcala rumbo a Apizaco. Seguir por la carretera federal 119 en dirección a Tlaxco donde se debe tomar la 119D hasta Chignahuapan.
Saliendo de la Ciudad de México: desde la Ciudad de México tendrás que tomar la Carretera Federal 132 en dirección hacia Tulancingo de Bravo (que se encuentra a 70 kilómetros de Chignahuapan).
De ahí, ubícate en rumbo norte por la Autopista México 121 y la carretera Puebla 119D, que te llevará directo a Chignahuapan. Se trata de un recorrido de entre dos horas y media y tres horas.
Viaje en autobús saliendo desde Puebla
Desde la CAPU: Si deseas ir cómodo y no manejar, viajar en autobús será la opción saliendo desde la Terminal Central de Autobuses de Pasajeros de Puebla (CAPU). En esta terminal, ubicada al norte de la ciudad de Puebla, te encontrarás con el servicio de la línea Autobuses Tlaxcala, Apizaco, Huamantla (ATAH).
Costo de Puebla a Chignahuapan por la línea ATAH es de 246 pesos adulto y 123 pesos para niño en autobús Supra o 229 pesos para adulto y 114 pesos para niño en autobús Ejecutivo.
Desde la TAPO: En esta terminal también se encuentra la línea ATAH ofreciendo su servicio casi cada hora, desde las 5 de la mañana. Saliendo de la terminal TAPO en la Ciudad de México para la terminal en Chignahuapan el costo del boleto en unidad Supra es de 334 pesos para adulto y 167 pesos para niño.
Si se viaja en autobús Ejecutivo, por el mismo trayecto el costo es de 313 pesos para adulto y 156 pesos para niño.
Se hacen descuentos para personas de la tercera edad con credencial, así como a maestros y alumnos con credencial vigente.
¿Qué hacer en el Pueblo Mágico de las esferas?
Chignahuapan es un Pueblo Mágico donde la producción de esfera de vidrio es primordial, de manera que estando en el centro del municipio podrás encontrar una variedad de locales y comercios con venta de esferas de vidrio en diversas formas y tamaños, así como árboles de Navidad, serie de luces y otros artículos de temporada.
En este pueblo serrano puedes conocer su quiosco estilo mudéjar y la estatua dedicada al actor y comediante Gaspar Henaine “Capulina”, quien era originario de Chignahuapan.
Tiene una laguna en el centro, pero también ríos, cascadas y pozas termales alrededor, así como balnearios de aguas terminales donde puedes hospedarte en hoteles con todos los servicios o en cabañas rodeadas de vegetación.
En tu recorrido puedes comer de la cocina de la región en el interior del mercado municipal, así como degustar del pan de higo y el pan de queso de la panadería La Condesa.
También puedes ver los murales que cuentan la historia del pueblo a la entrada del Palacio Municipal.
Otro de los atractivos es conocer el Santuario del Honguito en el barrio de Ixtlahuaca. Se trata de un templo que alberga un hongo petrificado encontrado en 1880. En este hongo hay varias imágenes, como la de un Cristo crucificado, “Nuestro Señor del Honguito”.
El 3 de mayo de cada año hay actividades festivas como bailes y misas en honor a esta deidad. Ahí mismo en el centro se ubica la parroquia dedicada a Santiago Apóstol, una iglesia fundada en el siglo XVI, donde la fachada que ahora se ve, de argamasa, fue diseñada y retocada entre 1752 y 1822.
Es el mejor ejemplo de ese barroco que los indígenas hicieron suyo, escondiendo a sus dioses entre la retahíla de imágenes cristianas. Si se busca, se encuentra, pues por ejemplo, Tláloc está oculto entre frutas y relieves.
Las gárgolas son serpientes que en silencio guardan plegarias dirigidas a Quetzalcóatl y arriba, en el tercer cuerpo, aparece Santiago Apóstol en alto relieve, llevándose consigo toda la Edad Media: con su caballo y su espada desenfundada.
En la torre del lado derecho se encuentra el primer reloj elaborado por la famosa fábrica Centenario de Zacatlán. Calles más adelante, está la basílica a la Virgen de la Inmaculada Concepción.
Por todos es conocida la imagen en el interior del templo, la cual mide 14 metros de altura y su azulado manto al vuelo, cargando al niño Jesús en sus brazos. La imagen de la Inmaculada parece acoger a todo aquel que a ella se acerca. Fueron José Luis y Carmen Silva quienes la hicieron en la década de los 60, toda en madera de cedro.
Desde luego es imperdible realizar una visita a las fábricas y talleres de Chignahuapan, donde los artesanos muestran a los visitantes todo el proceso que realiza para la elaboración de esferas de vidrio en formas caprichosas.
Por ser un municipio productor, llegan compradores de distintos partes de la República, aunado a visitantes que gustan de este Pueblo Mágico, por ello la recomendación es reservar con tiempo si deseas pernoctar ahí y no olvidar llevar ropa abrigadora, ya que la temperatura promedio en el año es de 14 grados, la cual desciende durante el invierno.
