La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) determinó atraer e iniciar una amplia investigación, luego que se conoció el hallazgo del cuerpo sin vida de un bebé de tres meses de nacido, al interior de un contenedor de basura en el Centro Estatal de Reinserción Social (CERESO), en San Miguel, en Puebla capital.
A través de un comunicado, el organismo informó que por estos hechos solicita medidas cautelares al subsecretario de Centros Penitenciarios del estado de Puebla y a la Unidad Especializada de la Fiscalía General de la entidad.
El objetivo es que se colabore con la investigación que permita esclarecer los hechos, se garanticen los derechos humanos y se refuercen los controles de vigilancia, revisión e ingreso en el penal.
De igual forma, agregó que se dará seguimiento puntual a las investigaciones que se realicen desde la Fiscalía General del estado.
“La CNDH, además de repudiar tales actos y el destino dado al cuerpo del menor, hace un llamado puntual a la FGE de Puebla a efecto de realizar una investigación seria, comprometida, diligente y eficaz que permita el esclarecimiento de los hechos y determine las responsabilidades correspondientes”, se lee en el escrito.
La institución también hizo un llamado a las autoridades del gobierno de Puebla para reforzar los controles de vigilancia, seguridad, revisión e ingreso en dicho penal y en todos los centros del estado de Puebla, “a fin de evitar que hechos como estos se repitan”.
Respecto al CERESO de San Miguel, la CNDH alertó que durante las visitas de supervisión penitenciaria, ha representado importantes irregularidades en el rubro de gobernabilidad.
Destaca deficiencias en el ejercicio de funciones de autoridad por parte de personas privadas de la libertad (autogobierno/cogobierno); insuficiencia de personal de seguridad y custodia, entre otras, lo que ha generado que durante los Diagnósticos Nacionales de Supervisión Penitenciaria emitidos de los años 2015 al 2020, haya obtenido calificaciones por debajo o mínimas de 7.