Hasta hace unos años Puebla se caracterizaba en las postales por sus atractivos arquitectónicos históricos e incluso por las vistas del volcán Popocatépetl, pero ahora lo hace también por sus rascacielos.
Las majestuosas torres son varias y se encuentran sobre todo en la zona de Angelópolis, la Vía Atlixcáyotl y otras vialidades como la Calzada Zavaleta.
Aunque son varios los edificios que ahora forman parte del paisaje urbano de Puebla, hay cinco que salen de lo común por sus formas extravagantes y fuera de lo convencional.
Ubicada en la zona de Atlixcáyotl este desarrollo de la inmobiliaria JV se ha convertido en un atractivo en las vistas de Puebla por su color plateado y su diseño que rompe con las líneas verticales, haciendo simular un par de ondas. Alberga oficinas y también algunos espacios comerciales y amenidades.
También ubicada en la zona de Atlixcáyotl se ha convertido en un referente por su forma de hélice. El proyecto estuvo a cargo del arquitecto Juan Pablo Gayol Bulnes, en el corazón tiene un cilindro de concreto y su peculiar forma permite una iluminación completa. Tiene 34 niveles con 94 residencias, una piscina de diseño orgánico y también una zona comercial.
Sus desarrolladores también son JV junto con el grupo Balcázar Arquitectos. Desde que inició su construcción en 2017 y hasta ahora ya en venta, se promociona como la tercera más alta de Puebla y la tercera más elevada de México con 265 metros de altura y 50 niveles. Se prevé que se utilice para oficinas y entre sus características físicas destacan formas sobrepuestas.
Ubicada en los límites de la Recta a Cholula y la Calzada Zavaleta esta torre de oficinas y espacios comerciales forma parte de la plaza Centro Mayor y se caracteriza porque parece que casi al llegar a la parte más alta se hubiera extraído un pedazo como en el juego del Jenga.
El proyecto comercial y de oficinas de Torre Elementa se encuentra en Lomas de Angelópolis y además de destacar por su altura, lo hace por materiales que reflejan el cielo y hacen que se combine con el edificio, ya sea en una mañana soleada o en los atardeceres que la han convertido en parte de varias postales.