De acuerdo con el doctor José Antonio Vicuña García, director del Centro de Integración Juvenil Puebla AC, los chocohongos están compuestos por psilocibina y el LSD, que al consumirlos pueden provocar que los jóvenes comiencen a experimentar otro tipo de drogas más dañinas.
Por lo general, los consumen sin conocer qué efectos pueden provocar en su organismo a corto o largo plazo.
En el consumidor causan un cambio químico en el cerebro y provocan efectos fantasiosos, emociones fuertes y la sensación de escuchar sonidos alejados de la realidad, de ahí que consumirlos pueda generar problemas en la salud.
Algunos efectos secundarios que genera el consumo de este producto es debilitación de músculos, baja presión arterial, dolores abdominales, vómito y diarrea. Pero pueden llegar a situaciones más graves como el suicidio.
Los efectos podrían durar entre seis y 12 horas, dependiendo de la complexión del consumidor y la cantidad de grasa en su cuerpo.
En el peor de los casos, la persona podría desarrollar un trastorno que pudiera llevar a la esquizofrenia.
En entrevista con El Universal Puebla, Vicuña García abundó que el hongo es un alucinógeno y la persona que nunca lo ha consumido puede tener una alucinación grave y seria.
Recordó el caso de un joven de la Ciudad de México, quien el 10 de septiembre de 2022, en una fiesta en su departamento, consumió choco-hongos y dentro de su alucine se subió a la azotea y se arrojó al vacío desde el piso 20.
“Eduardo del Villar, hermano de este muchacho, sin querer se volvió Youtuber al comenzar una campaña de difusión para alertar a la población que no deben consumirse chocohongos, ni cualquier sustancia, porque pueden tener consecuencias serias y graves. También habla de la prevención del suicidio”, comentó.
“Yo insisto, aquel joven que llega a consumir una sustancia por primera vez, y a eso le agregamos que se trate de una persona vulnerable, con problemas de desnutrición, de bajo peso, el consumo de cualquier sustancia llega a ser traumatizante e intoxicante para su cerebro”, comentó el especialista.
El consumo de drogas en México – dijo- aumenta también por la problemática social que hay en el país como la delincuencia organizada, el desempleo, la pobreza, la disfuncionalidad familiar y la influencia de las redes sociales.
Durante la pandemia, a causa del encierro, hubo un incremento de 10 por ciento en el consumo de drogas sin necesidad de salir de casa, ya que los consumidores podían hacer sus compras a través de las redes sociales y el pedido les llegaba hasta su domicilio, donde se encerraban en sus habitaciones y la familia nunca se percataba de lo que hacían sus hijos, “estaban todos juntos, pero solos”.
Actualmente en el Centro de Integración Juvenil Puebla AC, institución mexicana especializada en la atención de la salud mental y las adiciones, atienden en promedio a mil 300 pacientes al año.
En lo que va del 2023, han atendido a 60 pacientes de primer ingreso, siendo la mayoría jóvenes de 15 a 19 años de edad y con una proporción de 8 mujeres por cada 10 hombres.
