Desde hace unas semanas el Chang Li S1-Pro ha cobrado popularidad en Puebla y en el resto del mundo por ser el auto eléctrico con el precio más barato del mercado.
En la plataforma internacional de Alibaba y con proveedores intermediarios mexicanos en Mercado Libre, ese vehículo compacto tiene un costo cercano a los 20 mil pesos, más los costos de traslado e importación.
Los autos eléctricos representan un ahorro económico, pues se evita gastar en gasolina y su mantenimiento es menos costoso y más sencillo.
Sin embargo, antes de adquirirlo deberías revisar sus características físicas, pues quizá transitar en él no sea tan sencillo en ciudades como Puebla, por los baches y los constantes accidentes automovilísticos.
Uno de los primeros aspectos a tomar en cuenta es que este auto puede circular a 35 kilómetros por hora, por lo que podría ser útil en trayectos cortos y calles poco transitadas, pero no para grandes vialidades en Puebla como la autopista, el Periférico Ecológico, Vía Atlixcáyotl y la Recta a Cholula, entre otras.
Por otro lado, se ha señalado que el Chang Li S1-Pro incumple con la Norma Oficial Mexicana (NOM)-194, la cual establece cuáles deben ser las características de seguridad para los automóviles que circulan en México.
En ella se establece, por ejemplo, que deben garantizar la protección de los ocupantes con el uso de bolsas de aire y frenos ABS.
Estas características no se encuentran previstas en el auto eléctrico de origen chino junto con otras más como la falta de control electrónico de estabilidad, los anclajes de retención infantil y un sistema de recordatorio del uso del cinturón de seguridad.
También habría que tomar en cuenta el tamaño del auto, pues su diseño está basado en las características físicas de la población en China, donde las personas suelen ser más delgadas que las latinas en general y de baja estatura.
A pesar de no ser la mejor opción, esta semana han comenzado a circular imágenes en redes sociales donde se advierte que ya está presente en México.
Un Chang Li S1-Pro se observó en una de las vialidades principales de Cancún, Quintana Roo y también, al parecer, en la Ciudad de México.