La sequía en varios puntos del país y la necesidad del abasto de agua ha motivado a gobiernos estatales, principalmente de la zona norte, a recurrir al bombardeo de nubes para generar lluvia.
En febrero de este año el gobierno de Sonora puso en marcha el “bombardeo” de nubes en el área de El Novillo para estimular las lluvias y combatir la sequía.
Horas después reportaron las primeras lluvias en la región, por lo que repitieron la operación en Ímuris, Cíbuta, el Aribabi, Cananea, Cuitaca Cuauhtémoc, Fronteras, El Rusbayo y la colonia Morelos.
Para el ciclo primavera-verano, el pasado 15 de junio comenzó nuevamente este programa, con una inversión de 10 millones de pesos, para provocar las lluvias que permitan recargar las presas del Yaqui y del Mayo, y obtener mejores resultados en el campo.
El 9 de junio, el estado de Nuevo León, que enfrenta severos problemas de abasto de agua, recurrió al uso de esta tecnología, para generar lluvias en el municipio de General Terán.
El “bombardeo” de las nubes consiste en que un equipo especializado, a bordo de una aeronave, descarga en las nubes cientos de litros de yoduro de plata para facilitar que caigan las lluvias.
Previamente, los especialistas realizan estudio de imágenes de satélite, analizan las condiciones del viento, niveles de temperatura y otros factores, para determinar la hora y el punto exacto para hacer la descarga en las nubes.
Esta técnica ha sido también aplicada en Baja California, Coahuila, Chihuahua y Sinaloa, donde señalan tener resultados óptimos.
En el caso del estado de Puebla esto no puede ser posible, debido a que el 4 de marzo de 2021, la LX Legislatura del Congreso del Estado aprobó por unanimidad de votos, reformas a la ley para evitar el uso de tecnologías que alteren el ciclo hidrológico natural.
En sesión virtual, debido al confinamiento por la pandemia del Covid-19, los legisladores apoyaron la iniciativa del morenista Gabriel Biestro Medinilla, “para prohibir en la entidad el uso, manejo e instalación de tecnologías que tengan como fin alterar el ciclo hidrológico natural, en las fases de condensación y precipitación”.
Las reformas fueron a la Ley para la Protección del Ambiente Natural y el Desarrollo Sustentable del Estado de Puebla; así como la afición de un segundo párrafo al artículo 35 de la Ley de Desarrollo Rural Sustentable del Estado de Puebla que le permite vigilar que no sean utilizadas estas tecnologías, y garantizar que se cumpla con esta disposición.
La propuesta del legislador por Morena surgió ante la serie de manifestaciones hechas por campesinos de varias regiones del estado, incluso de la zona conurbada de la capital, quienes denunciaron el uso de cañones antigranizo por parte de la planta armadora de autos.
La mayoría de la producción agrícola de Puebla es de temporal y, a decir de los campesinos, al momento que la empresa Volkswagen usaba los cañones antigranizo provocaba que se abrieran las nubes y en consecuencia no llovía, lo que afectaba a los cultivos.
Las quejas de los campesinos de San Lorenzo Almecatla, San Miguel Xoxtla, Libres, Cuyoaco, Tepeyahualco, Ocotepec y Oriental era recurrente desde 2019, y se repitieron al iniciar el ciclo agrícola en 2020 y 2021.
En sus señalamientos, en aquel entonces, los inconformes dijeron que las empresas del sector automotriz en Puebla recurrieron a los cañones antigranizo, luego que la fuerza de la naturaleza provocó daños materiales sobre los autos recién producidos y estacionados en el patio de la armadora de autos.
De la misma manera, acusaron a grandes productores agrícolas que cuentan con sistemas de riego, y “espantaban las lluvias” para evitar que sus cultivos se dañaran por “pasarse de aguas”, lo que productores minoritarios calificaron de competencia desleal.