El Ayuntamiento de Tecamachalco clausuró trabajos de exploración que realizaba la cementera Cruz Azul en su territorio.

La clausura se realizó, hasta donde ha trascendido, debido a que la cementera no cuenta con los permisos municipales correspondientes. Además, se informó que la cementera invade 598 hectáreas del territorio del municipio de Tecamachalco.

Cabe destacar que agricultores han interpuesto quejas, argumentando que la cementera no es amigable con el medio ambiente.

Hasta el momento, el Ayuntamiento de Tecamachalco no ha emitido información oficial sobre el caso, pero en redes sociales circulan fotografías de cerros al fondo, donde se aprecian en primer plano cintas rojas con letreros de clausura.

Asimismo, se tiene conocimiento de que la cementera afecta territorialmente también a los municipios de Palmar de Bravo y Quecholac. Recientemente, residentes de la zona cerraron la carretera estatal Tecamachalco-Cañada para exigir la reparación de las vías de comunicación que son dañadas por los camiones de carga de la empresa al transitar por ellas.

Por su parte, la cementera Cruz Azul no ha fijado postura en torno a la clausura.

La cementera Cruz Azul no cumplía acuerdo

En junio de 2023, se informó que la cementera cumplía 17 años violando el acuerdo firmado con el gobierno del estado y los pobladores para evitar la catástrofe ecológica que se vive en la región de Tecamachalco, Palmar de Bravo y Quecholac.

Los habitantes señalaron que tampoco se habían concretado las obras prometidas de salud y la rehabilitación de viviendas que presentan fisuras y cuarteaduras provocadas por las detonaciones en las tareas de explotación del subsuelo.



El Acuerdo de Cumplimiento firmado el 9 de enero de 2007, por la administración de Mario Marín, la cementera y la asociación civil Tecamachalco, Palmar de Bravo y Quecholac (TPQ AC), establece la clausura definitiva de la planta cementera Cruz Azul ante cualquier incumplimiento, pero la empresa sigue en operación.

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