En esta temporada navideña, el uso de musgo y paxtle (heno), aumenta debido a que es una costumbre colocarlos en los nacimientos de hogares, plazas públicas e iglesias.
Aunque estos elementos añaden un toque festivo y simbólico a las celebraciones, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) ha recomendado no usarlo.
Y es que, de acuerdo con la Semarnat, los musgos ayudan a disminuir la erosión del suelo y la contaminación ambiental, mientras que el heno aumenta la humedad relativa de los bosques.
¿Qué es el musgo?
Los musgos son plantas pequeñas que carecen de tejido vascular o leñoso; viven en ambientes muy variados, desde las altas montañas hasta el nivel del mar.
La Semarnat destaca que el musgo fue uno de los primeros organismos vegetales del ambiente.
En México existen 980 especies de musgos, de las cuales 106 son endémicas a nuestro país, esto es 10.8%. Cabe destacar que brindan hogar y protección a un sinnúmero de pequeños animales, además de ser medio de vida de muchos microorganismos.
¿Qué es el heno?
Según la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, el heno es una hierba grisácea que ayuda captar la humedad del ambiente.
Forma enormes cortinas colgantes en los árboles, aumentando la humedad relativa de los bosques de México.
Crecen sobre las ramas de los árboles con tallos colgantes en forma de hebra muy delgadas (menos de 1 milímetro de grosor) ramificados y con hasta 8 metros de largo, usualmente sin raíces.
Asimismo, las autoridades ambientales señalan que la recuperación de las poblaciones de musgos puede ser bastante lentas, pues tardan hasta 7 años en crecer.
Por estas razones, la Semarnat tuvo que regular su extracción mediante un programa de manejo en la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable, así como en la NOM-011-SEMARNAT-1996 que establece procedimientos, criterios y especificaciones para realizar el aprovechamiento, transporte y almacenamiento de musgo y heno.