Desde inicios del año 2000 se alertaba sobre la desaparición de los glaciares en los volcanes Popocatépetl, Citlaltépetl y el Iztaccíhuatl en México, como consecuencia del calentamiento global.
De acuerdo con el Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) los glaciares son masas de hielo que se acumulan en zonas elevadas, los cuales van creciendo con la adición de nieve y otros tipos de hielo. La glaciación se da por la altura de nuestras montañas, las cuales rebasan los 5 mil metros de altitud.
En México, existen tres montañas que tienen o rebasan los 5 mil 200 metros de altitud. Hablamos del Iztaccíhuatl con 5 mil 240 metros, el Popocatépetl que tiene 5 mil 420 metros, y el Citlaltépetl o Pico de Orizaba, que cuenta con una altitud de 5 mil 670 metros.
Sin embargo, incluso estas alturas no garantizan la permanencia de los glaciares en el futuro. Y es lamentable que actualmente en nuestro país solo queden cinco glaciares, repartidos en dos montañas: el Iztaccíhuatl y el Pico de Orizaba.
¿Cundo se extinguió el glaciar del Popocatépetl?
El glaciar del volcán Popocatépetl se declaró extinto en el año 2001. La extinción estuvo ligada a la actividad del volcán desde 1994, que con el paso del tiempo terminó por llevar a la comunidad científica a declarar extinto el glaciar.
¿Cuáles son los glaciares del Iztaccíhuatl?
En 1958 el Iztaccíhuatl tenía 11 zonas de glaciares, ahora solo quedan dos que podrían desaparecer en cualquier momento, señala Hugo Delgado Granados, investigador del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El más reciente glaciar que se extinguió fue el de Ayoloco cuyo nombre proviene del náhuatl y significa “en el corazón del agua”.
El calentamiento global, producto de la actividad humana, ha extinguido la mayoría de los glaciares que existían en el volcán Iztaccíhuatl.
¿Que pasará cuando los glaciares se extingan?
Los especialistas indican que los glaciares tienen una función vital tanto para las comunidades donde se encuentran como para el medio ambiente. Además de escurrir hacia las lagunas, su agua se infiltra en los mantos acuíferos y los recarga. Las masas de hielo, por su color claro, reflejan la radiación solar y ayudan a mantener el clima fresco. Si esto continúa así, en 2050 no quedarán glaciares en México.
Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), también ha advertido que el deshielo de los glaciares es uno de los efectos más visibles del cambio climático, puesto que, a medida que las temperaturas del planeta aumenten, se irán perdiendo las reservas de agua dulce.