Estado

Así surgió la Policía en México

Desde la cultura prehispánica había personas encargadas de vigilar y detener a delincuentes

Foto: Agencia Es Imagen para El Universal Puebla
04/11/2022 |10:27
Andrés Sánchez Pastén
RedactorVer perfil

Con el paso del tiempo, la Policía en México ha ido evolucionando.

En la cultura prehispánica, los encargados de vigilar las campas o barrios eran los Topillis.

Este grupo de personas cuidaba el aseo y el orden, pero también se encargaba de detener a los delincuentes.

Los Topillis los llevaban con Cihuacoátl o Juez Mayor, quien se encargaba de impartir justicia que, en su mayoría, terminaba en sacrificios.

En la época de la colonia, la influencia española fue marcada para el sector de la seguridad en el país.

Los Alguaciles eran los encargados de ejecutar las órdenes de los virreyes.

Estas personas detenían a aquellos que cometían graves delitos y también vigilaban las ciudades.

En ese mismo periodo, surgieron los Guarda Faroles que tiempo después se convirtieron en los primeros agentes policíacos, pero los ciudadanos los llamaban Serenos.

Esto elementos patrullaban las demarcaciones de forma organizada para que los conocieran cada uno de los habitantes.

El nombre de Faroles o Serenos era porque también traían una escalera, combustible y material para prender los faroles de las calles.

En 1826 fueron creados los Celadores Públicos que estaban integrados por hombres que patrullaban a pie o a caballo.

Tiempo después nacieron los Batallones de Policía que con el uso de carruajes se encargaban de la vigilancia del tránsito y del auxilio de la población.

En el Porfiriato, la Policía Rural nació y era la encargada de vigilar los caminos y apoyar a la Policía Urbana que también fue creada en esa época.

Con ambas nació el primer edificio en México destinado a los servicios de la Policía.

En 1923, las mujeres se incorporaban por primera vez a la Policía, pero únicamente estaban encargadas de la vigilancia en parques y jardines.

En el Siglo XX fueron creados los primeros centros o academias de formación policial con la finalidad de tener agentes más capacitados.

Ahí los uniformados comenzaron a trabajar en un mayor número de zonas de vigilancia, donde se sumaron automóviles y motocicletas.

En la actualidad, la Policía opera como la conocemos, pero los agentes ahora están apoyados por herramientas tecnológicas, como equipos de radiocomunicación, videovigilancia, apoyo aéreo y sistemas informáticos.