Antorcha Campesina es una organización política que nació en Puebla y que se ha expandido por todo el país como una enfermedad contagiosa, pues su manera de operar ha sido duramente criticada por otras agrupaciones y gobiernos.
En sus 50 años de historia, sus principales detractores han criticado que el Movimiento Antorchista ha adquirido cotos de poder a base de fraudes -como la invasión de predios-, presiones, chantajes y extorsión, por mencionar algunos.
Esta organización tiene presencia en casi todo el país y es dueña de miles de colonias irregulares; escuelas -muchas de ellas sin el registro oficial-; miembros del magisterio; comerciantes ambulantes; mercados; tianguis; franeleros; flotas de taxis, microbuses y camiones, y varios de sus líderes han participado en elecciones y han resultado electos a través de sus alianzas con el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Su influencia ha crecido hasta tener 1 millón 200 mil afiliados en todo el país porque responden –casi siempre mediante la ilegalidad- a las demandas de vivienda, trabajo y educación de la población más vulnerable.
Pero sus afiliados no reciben la ayuda de manera gratuita, pues si se les consigue trabajo o casa, deben hacer aportaciones obligatorias, además de firmar todo documento que sea necesario y participar en marchas, mítines y bloqueos convocados por los líderes.
Sin embargo, los principales ingresos los obtienen de los municipios donde gobiernan, así como de gasolineras, restaurantes y centros recreativos que poseen los líderes.
Su dirigente nacional Aquiles Córdova asegura que no se ha enriquecido y que no tiene ninguna fortuna, pues vive al día y la organización se mantiene con las aportaciones de los propios integrantes.
La organización fue fundada en 1974 en Tecomatlán, Puebla –principal bastión antorchista- por profesores y estudiantes de la Escuela Nacional de Agricultura, bajo el liderazgo de Aquiles Córdova Morán, quien actualmente es su secretario general.
Aquiles era profesor e inició un movimiento al interior porque quería llegar a la rectoría de la Universidad de Chapingo, pero tras una consulta fue expulsado de la institución.
Fue así como siguió su movimiento al exterior, aglutinando a personas que fungían primero como “gestores de vivienda”, pero que en realidad se dedican a buscar predios para invadirlos, lotificarlos y entregarlos a supuestos propietarios sin ningún documento oficial de por medio y mucho menos servicios públicos básicos, de acuerdo con los propios vecinos.
Los testimonios de los afectados refieren que ya una vez en el terreno, le ponen nombre a la colonia y comienzan a gestionar los servicios en los ayuntamientos, pero si las autoridades se los niegan, amenazan con hacer movilizaciones y las llevan a cabo hasta conseguir no sólo la energía eléctrica, el agua potable y la pavimentación, sino incluso, hasta los títulos de propiedad.
La misma práctica ocurre con las escuelas que construyen en esas colonias, con los servicios de transporte y los puestos ambulantes o comercios que instalan en ellas o en las zonas cercanas de gran afluencia como en Puebla lo es la CAPU, donde hay alrededor de 250 afiliados.
En Puebla, tienen presencia casi en todo el estado, pero han crecido de manera acelerada en la capital y la zona conurbada. En los últimos años, el sur de Puebla creció descontroladamente por la presencia de esta organización.
En la actualidad, de acuerdo con el Ayuntamiento de Puebla, hay al menos 179 colonias irregulares y el 15% son de Antorcha Campesina como: El Triunfo, Elsa Córdova, Fraternidad Antorchista, Aquiles Serdán, Arboledas de Amalucan, Ampliación Minerales de Guadalupe Sur, Cerro del Marqués, Constitución Mexicana, Gran Tenochtitlán, La Lagulena, Lomas de San Miguel, Lomas del Pedregal, Los Encinos, La Resurrección y Nochebuena, según comentó en su momento Felipe Velázquez, secretario de Desarrollo y Gestión Urbana.
En cuanto a transporte, tienen alrededor de 500 afiliados en las rutas 45A, 25, 44A, 35, 22, Tres Estrellas, 54, 54A, entre otras. Sus unidades en general están en mal estado y se oponen a la Revista Vehicular, según los reportes de sus propios afiliados, quienes han pedido a las autoridades apoyo para renovar su parque vehicular.
Desde niños, los afiliados a esta organización son adoctrinados mediante concursos de oratoria donde se les enseña no sólo cómo hablar ante el público sino cómo asumir un liderazgo y cuáles son los principios básicos del Movimiento Antorchista.
Hasta ahora sus militantes han gobernado municipios en Puebla, Estado de México y San Luis Potosí, por mencionar algunos y también han tenido representantes en la Cámara de Diputados como Hersilia Córdova Morán –actual líder en Atlixco- y Brasil Acosta Peña –líder en el Estado de México-.
En la capital de Puebla, mantiene una lucha frontal con la organización 28 de octubre, con la que han peleado a golpes por invasión de ambulantes y rutas de transporte, principalmente.
En 1989 se afiliaron al PRI, pero ahora buscan ser un propio partido político, por lo que en este 2025 hicieron la solicitud formal ante el Instituto Electoral del Estado (IEE).
Juan Manuel Celis es el actual dirigente estatal de Antorcha Campesina en Puebla y Aquiles Montaño Brito, vocero estatal y fue él en sus redes sociales, quien desmintió el señalamiento hecho el lunes 10 de marzo por el gobernador Alejandro Armenta en el sentido de que había miembros de esta organización involucrados en el paro estudiantil de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP). “Saquen las manos antes de que apliquemos la ley”, advirtió Armenta.
Luego de este llamado, en un comunicado de la Asamblea General de Estudiantes de la BUAP se señaló: “Rechazamos categóricamente tener algún vínculo con la organización Antorcha Campesina”. Y Antorcha por su parte, respondió: “nos otorgan un alto honor que no merecemos” y se pronunció a favor de que termine el conflicto en la BUAP.