Hoy, hablar del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) se relaciona más con un crédito hipotecario para costear parte de una vivienda, que con un proyecto inmobiliario integral.

Sin embargo, en sus inicios, el organismo público que conjunta recursos del Estado, los trabajadores y el sector empresarial se pensó de manera global como desarrollos habitacionales a costos accesibles.

El Infonavit nació en 1972 durante el sexenio de Luis Echeverría Álvarez y hasta hace un año se estimaba que habían entregado más de 12 millones de créditos para vivienda.

Los primeros desarrollos surgieron en la Ciudad de México y en el interior de la República, Puebla fue uno de los primeros estados en sumarse a este esquema habitacional.

El primer proyecto fue el Infonavit Amalucan, ubicado en el nororiente de la ciudad y fundado en 1973.



Según lo recuerdan internautas en redes sociales, fue un proyecto que se entregó por etapas y que tenía varias bondades en su planteamiento.

Por un lado, estaban las áreas verdes y la cercanía con el Cerro de Amalucan, además había agua garantizada y otros servicios, pues se pensó incluir locales comerciales.

Los beneficiados fueron trabajadores de diferentes organismos sindicales y se trató de inmuebles que eran costeables a crédito.

Un año después, en 1974 y con un concepto similar se inauguró el Infonavit La Ciénega, también ubicado en la misma zona.

A estos dos desarrollos le siguió en 1979 un Infonavit ubicado del otro lado de la ciudad aunque también al oriente: La Margarita.

Este concepto incluyó -además de los espacios comerciales-, escuelas, áreas recreativas con todo y cine, así como lo que posteriormente se convirtió uno de los nosocomios del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

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