"¡Fiscalía del Estado, les venimos a pedir que hagan su trabajo!", fue la petición que se escuchó alto en la marcha del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, tras leer nombres, registros de desaparecidas sin nombre y municipios de origen de las 63 poblanas que fueron asesinadas en 2022.
La queja se mezcló con descalificaciones a los funcionarios ministeriales que tomaban fotos desde dentro y los gritos de respaldo a feministas radicales que, protegidas con grandes banderas y pasamontañas, pintaron la fachada del inmueble.
En este punto de la Fiscalía General del Estado (FGE) concluyó la movilización que inició en Paseo Bravo y que concentró diversas protestas realizadas a lo largo del día en la ciudad.
Para organizar la marcha se observó el trabajo conjunto de estudiantes con ideas históricamente encontradas, de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y de la Universidad Popular Autónoma de Puebla (UPAEP).
También hubo orden para darle un espacio al frente a los familiares de víctimas, entre quienes llevaban girasoles para recordar a la activista Cecilia Monzón Pérez, defensores de casos emblemáticos como el de Paulina Camargo y las fotografías de poblanas de diferentes edades desaparecidas y asesinadas.
Asimismo, se dio espacio a las mujeres que marcharon con sus hijos, a las que tienen alguna discapacidad, a las batucadas y hasta a las feministas “antiespecistas” que defienden que las hembras de todas las especies valen igual.
En el Centro Histórico recorrieron inmuebles públicos resguardados por plásticos negros sobre las puertas de madera y con granaderos estatales en las fachadas.
Resaltó que desde la sede municipal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se utilizó el balcón para cantar repetidas veces Canción sin Miedo de Vivar Quintanilla, un tema que se ha hecho himno al enlistar los feminicidios y las luchas sociales en el país.
En una de las puertas de la Catedral, las mujeres se encontraron con decenas de católicos que rezaron el rosario para pedir el fin del aborto y protegieron el inmueble de daños.
Algunos cristalazos y pintas se observaron en el edificio que alberga la Secretaría de Cultura y tanto en ésta como en otras fachadas se colgaron fotocopias de las fotografías de hombres señalados como agresores, agresores sexuales, pederastas y deudores alimenticios.
El recorrido sobre el Bulevar Héroes 5 de Mayo fue más alegre con porras que invitaron a moverse bajo la consigna de que quienes no lo hicieran eran machos.
De acuerdo con las organizadoras, la movilización conjuntó a 50 mil participantes y cuando ya había pronunciamientos en la sede de la fiscalía, todavía había contingentes de mujeres saliendo de la zona del Zócalo.