Pocos son los mexicanos que conocen el destacado trabajo del poblano Gilberto Bosques Saldívar, a quien también le llamaron el "Shindler mexicano", porque logró poner a salvo a cientos de judíos durante la Segunda Guerra Mundial.
Hizo un importante trabajo en Puebla desde el movimiento de la Revolución, luego siguió su vida política en la capital del país, por lo que en 1939 se desempeñó como representante diplomático en Francia, cuando la guerra civil en España había concluido.
Cuando cientos de españoles decidieron dejar su país, Francia fue la nación que más cerca les quedaba y así lo acogió. Gilberto Bosques tenía la instrucción del gobierno mexicano de ayudar a los españoles para abandonar Europa y muchos se embarcaron rumbo a tierras aztecas.
Después vino la Segunda Guerra Mundial y con ello aumentaron los esfuerzos de Bosques Saldívar para poner a salvo a más exiliados, por eso a algunos los escondió y a otros les consiguió visas mexicanas con las que lograron dejar Francia.
Pocos saben que este héroes es poblano y que nació el 20 de julio de 1892 en el municipio de Chiautla de Tapia, en la región de la Mixteca del estado.
El municipio está a una distancia de 122 kilómetros de la capital del estado, muy cerca de Izúcar de Matamoros, Tehuitzingo, Axutla y Chila de la Sal, también limita con el estado de Morelos.
De los 217 municipios que integran el estado de Puebla, Chiautla de Tapia es considerado como uno de los más grandes de Puebla, ya que tiene una extensión territorial de 804.3 kilómetros cuadrados.
Al recorrer la zona centro de la localidad podrás encontrar un busto dedicado a Gilberto Bosques, también la Imagen de San Agustín que se encuentra al interior de la parroquia, la imagen San Miguel Arcángel se localiza en la iglesia del barrio y la iglesia de Tlanichiautla que es la primera iglesia que existió en el lugar.
El paseo en el lugar, el cual es árido y con temperaturas arriba de los 30 grados durante el verano, también te llevará al cerro de los Judíos, donde se podrán admirar algunas pinturas rupestres, en la zona arqueológica denominada “La Ciudad Perdida”.
Chiautla de Tapia también es un destino ideal para los amantes del senderismo y aquellos que buscan un contacto directo con la naturaleza.
De su gastronomía no te puedes perder el pipián rojo con los típicos tamales de frijoles, el tradicional enjococado, pues el ingrediente principal es la crema de vaca, producto que años atrás se hacía en esta región, así como el mole poblano que se degusta en todo el estado.