Las armas de cargo también les juegan malas pasadas a los elementos de las distintas corporaciones de seguridad de Puebla.
En lo que va del 2021, le han quitado la vida a un uniformado y a otro lo tienen tras las rejas.
Las corporaciones de seguridad señalan que, para evitar ese tipo de sucesos, dan una capacitación a los elementos, pero por tratarse de armas, ningún uniformado está exento de sufrir algún accidente.
El pasado 2 de junio del 2021, un elemento de la Policía Auxiliar, identificado como Miguel Santiago Espinoza, cuidaba un inmueble ubicado a un costado del kilómetro 5 del Periférico Ecológico, a la altura de la desviación de la Vía Atlixcáyotl, en el municipio de San Andrés Cholula.
En ese momento José Ángel Hernández, quien era su compañero y estaba en el lugar, corrió a verlo tras escuchar unas detonaciones.
Encontró tirado a Miguel Santiago con su arma de fuego automática en la mano y con tres heridas de bala, una en la cabeza, otra en el tórax y una en la pierna.
Paramédicos llegaron a bordo de una ambulancia de la Policía Auxiliar, quienes no les permitieron el acceso a los del municipio de San Andrés Cholula.
En el lugar, los rescatistas de la corporación únicamente confirmaron la muerte del oficial Miguel Santiago.
Peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE) no han revelado si se disparó para quitarse la vida o si su arma de fuego se accionó de manera accidental mientras la manipulaba.
Mientras que el pasado 6 de octubre del 2021, un policía municipal, identificado como Alfredo, arribó a la Comisaría Norte de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de Puebla, ubicada en el Infonavit Villa Frontera.
Cuando llegó el cambio de turno, le entregó su patrulla al oficial Julio César, quien le reclamó porque estaba sucia. Ambos discutieron y desataron una riña.
El agente José Julio, al observar lo ocurrido, se acercó para ponerse en medio y tratar de separarlos.
En ese momento, el arma de cargo de Julio César presuntamente se activó de manera accidental.
El balazo impactó una arteria de la pierna derecha de José Julio, quien de inmediato se empezó a desangrar, por lo que el resto de los policías que se encontraban en el inmueble pidieron ayuda a unos paramédicos, quienes lo trasladaron grave al Hospital de Traumatología y Ortopedia de la Secretaría de Salud Estatal.
Tras los hechos, elementos de la Fiscalía General del Estado (FGE) trasladaron a Julio César ante el agente del Ministerio Público.
Tras determinar su culpabilidad, la autoridad judicial lo vinculó a proceso y le ordenó cárcel preventiva mientras le dicta sentencia condenatoria.