¿Sabías que la temporada de lluvias es la mejor época para visitar las cascadas? Puebla es un destino ideal para los amantes de la naturaleza y la aventura que buscan desconectarse del ajetreo de la ciudad. Sus cascadas, verdes montañas y ríos turquesas ofrecen una experiencia única, especialmente durante los meses de junio a septiembre, cuando las lluvias son abundantes.
Aunque los ríos crecen es el momento perfecto para disfrutar de estas maravillas naturales. A continuación, te presentamos cinco cascadas poco conocidas de Puebla que debes visitar.
Con una impresionante caída de más de 70 metros, el sonido ensordecedor de esta cascada atrae a los visitantes. Además de sus miradores, el entorno está lleno de senderos que permiten explorar la belleza natural del lugar.
A pocos metros, bajo un puente de acero, se encuentra otra cascada rodeada de misterio, ya que se cree que un remolino bajo el agua puede succionar a quienes intentan nadar allí. Chilchotla está a 2 horas y 25 minutos de la ciudad de Puebla, siguiendo la carretera Amozoc–Perote.
Rodeadas de árboles frutales y flores, estas cascadas ofrecen un paisaje paradisíaco, similar al Jardín del Edén. Tienen una altura de 50 metros y es ideal para refrecarse en sus aguas. Muy cerca se encuentra la Cueva del Arenal, que es otro atractivo turístico que vale la pena explorar.
Ubicada en Zoquiapan, a solo 45 minutos de Jonotla, es un destino perfecto para los aventureros que disfrutan de la naturaleza.
Con una caída de 60 metros, esta cascada es perfecta para practicar rapel o disfrutar de caminatas familiares. Las aguas cristalinas de sus pozas y el entorno rodeado de altos muros de piedra te permitirán relajarte completamente.
El acceso es sencillo, a solo 15 minutos de Aquixtla por la carretera hacia Chignahuapan, seguida de un corto trayecto por un camino de terracería.
Conocida como la Cascada de las Tres Caídas, Alpopoca se eleva a más de 70 metros durante la temporada de lluvias, convirtiéndose en un espectáculo natural único.
Zongozotla, un municipio con raíces totonacas y otomíes, se encuentra a 3 horas de la capital poblana y es un sitio perfecto para quienes buscan aventura en la Sierra Norte.
Esta joya escondida en la Sierra Nororiental de Puebla es una pequeña pero hermosa cascada con aguas cristalinas. Los habitantes locales cuidan y preservan este tesoro natural, ubicado a solo 2 kilómetros de la cabecera municipal de Hueyapan.
Para llegar, sigue la ruta por Teziutlán y dirígete hacia Tételes de Ávila Castillo; desde allí, la cascada está a solo 15 minutos.