El ayuntamiento de emitió en redes sociales un aviso para que un estudiante de la BUAP pudiera realizar prácticas de campo sin temor a ser agredido, luego del linchamiento de Daniel Picazo el pasado 10 de junio por pobladores el municipio de Huauchinango que lo acusaron del rapto de un menor.

"Se hace de su conocimiento al público en general, que el alumno de la BUAP, Roberto C. Gallardo Méndez, con número de matrícula 202126645 de la Licenciatura en Antropología Social, estará realizando trabajo de campo en el mes de junio del presente año, en el marco de la materia de Antropología Urbana a cargo de la Maestra Martha Ivett Pérez Pérez", señala la publicación de las autoridades municipales.

Por ello solicitan a la población en general que al estudiante le sea permitido llevar a cabo pláticas, entrevistas y un registro visual de las prácticas sociales y culturales del lugar para propósitos académicos.

El pasado 10 de junio, Daniel Picazo, un abogado de 31 años que colaboraba en la Cámara de Diputados, fue golpeado y quemado por pobladores en el municipio de Huauchinango, señalado falsamente como robachicos, luego de que había viajado con fines turísticos al poblado de Papatlazolco.

Bajo el señalamiento del supuesto secuestro de menores, los pobladores lo golpearon y posteriormente prendieron fuego a dicho vehículo y al joven, ocasionándole quemaduras que provocaron su muerte.

Hasta el momento, las autoridades han detenido y vinculado a proceso a siete personas, seis relacionadas con la muerte del abogado y uno por agredir con un machete a agentes investigadores del caso.

El linchamiento ocurrió a partir de incitaciones difundidasa través de las redes sociales como WhatsApp, donde se compartió un audio advirtiendo que había sujetos y vehículos desconocidos con intención de robar a los niños.

Si bien llegaron seis policías a la comunidad de Papatlazolco, eran cerca de 30 pobladores los que mantenían retenida a la víctima; los agentes también fueron amenazados con ser linchados si intentaban rescatar al joven Daniel Picazo.

En comparación con otros estados, Puebla tiene una incidencia “extremadamente alta” de linchamientos.

Durante los últimos años se ha registrado un aumento en linchamientos en Puebla.

Entre 1988 y 2014 se registraron 38 casos, tanto en tentativa como consumados.

Entre 2015 y 2018 murieron 78 personas linchadas en Puebla, en 57 casos consumados. Y al menos 599 casos en tentativa, es decir, 655 en total, lo que representa un promedio de 11 eventos al mes.

El incremento en casos y víctimas ha sido sostenido año con año, pero hubo un incremento exponencial de 2015 a 2017.

Resulta significativo el aumento exponencial de linchamientos entre 2015 y 2017 (de 3 a 14 eventos y de 5 a 21 muertos anualmente), y la posterior estabilización en límites máximos de casos en Puebla a partir de 2017.

Estos datos representan que, en el último lustro, los linchamientos en la entidad han aumentado en poco más de 600% (de tres en 2015 a 18 en 2019), y las víctimas mortales de linchamientos se han incrementado en 460% (de cinco en 2015 a 23 en 2019).

Los casos de linchamientos consumado en Puebla entre 2015 y 2019, el 85% ocurrió en zonas rurales y el restante 15% en zonas urbanas.

Así, 54 municipios poblanos (de un total de 217) registraron al menos un intento de linchamiento en su territorio, aunque cinco (Puebla, San Martín Texmelucan, Tehuacán, Amozoc y Atlixco) concentran 55% de los casos totales.

Proporcionalmente las regiones con las tasas de linchamientos por cada 100 mil habitantes más altas son la región de Tecamachalco (2.19 linchamientos consumados por cada 100 mil habitantes), seguido de Libres (2.12) y Acatlán (1.92).

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