El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, sostuvo una reunión en Palacio Nacional, con familiares del diplomático poblano, Gilberto Bosques Saldivar.
El objetivo de esta reunión fue para entregarles la constancia Memoria del Mundo que la UNESCO otorgó al diplomático por su contribuciones humanitarias durante la Segunda Guerra Mundial.
En un video publicado en las redes sociales de la Presidencia, se escucha al presidente señalar: “Se ha conseguido que la UNESCO conserve y se considere como fondo, archivo particular, todo lo relacionado con don Gilberto Bosques, que era de origen poblano, revolucionario, diplomático que tuvo que ver mucho con salvar vidas de perseguidos, exiliados, no sólo españoles, sino de todo el mundo; un hombre verdaderamente ejemplar”
En este encuentro, el presidente López Obrador reconoció las gestiones de la directora general del Acervo Histórico Diplomático de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Laura Beatriz Moreno Rodríguez, dedicadas a conservar el archivo especial que le rinde tributo.
Asimismo la esposa del presidente, Beatriz Gutiérrez Müller, destacó la trayectoria de Bosques Saldívar y su fraternidad al dar refugio en México a perseguidos políticos de diversas nacionalidades y credos.
“Yo creo que la labor de don Gilberto es un ejemplo para todas las generaciones que hoy tenemos la fortuna de leer y de enterarnos de estas gestiones. (…) Debemos valorar en su justa dimensión”, aseveró.
El fondo Archivo Particular Gilberto Bosques Saldívar se encuentra en el Acervo Histórico Diplomático de la SRE.
Los familiares que acudieron a recibir este reconocimiento, fueron: Laura Bosques Manjarrez, María Luisa Cruz-Manjarrez Florencia, Emma Laura Manjarrez, Luz Estela Cruz Manjarrez y Salvador Sánchez Hernández.
Gilberto Bosques Saldivar, el “Shindler mexicano”
Gilberto Bosques Saldívar, nació en 1892 en Chiautla de Tapia, Puebla.
Fue un profesor y periodista, que participó en la rebelión de Aquiles Serdán en 1910 y tras el triunfo de la Revolución Mexicana, se convirtió en político.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el mandato presidencial era ayudar a los mexicanos que tuvieran problemas en la zona.
Conforme avanzaba el conflicto armado, también aumentó la ayuda a otros grupos vulnerables, en especial los refugiados españoles, judíos sin visa y otros europeos que querían escapar de la guerra.
Siendo cónsul general de México en París, Bayona y Marsella, tuvo la tarea de reportar las condiciones de guerra en Francia y Europa.
Siguiendo las instrucciones del presidente Lázaro Cárdenas del Río, su primera preocupación fue defender a los mexicanos residentes en la Francia no ocupada. Pero pronto protegió también a otros grupos.
Apoyó a libaneses con pasaporte mexicano y a refugiados españoles que buscaban huir de los nazis.
Existe la creencia de que fue Gilberto Bosques, quien convenció al presidente Lázaro Cárdenas de abrir las puertas de México a los republicanos españoles.