La picadura de alacrán en México es un importante problema de salud pública. Su origen se remonta a épocas anteriores a la llegada de los españoles y su incidencia se incrementa durante la temporada de calor.
El problema es tan grave que las personas que resultan intoxicadas por una picadura de alacrán pueden estar en riesgo de morir si no se atienden a tiempo, pues a pesar de grandes e importantes avances en materia de salud, el problema persiste.
Información del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de la Secretaría de Salud federal, del 1 de enero al 25 de febrero de 2023, revela que se tienen acumulados 25 mil 258 personas intoxicadas por picadura de alacrán en el país, de los cuales 12 mil 372 se presentan en hombres y 12 mil 886 en mujeres.
La cifra representa ya un incremento en comparación con el 2022 que cerró con un total de 23 mil 157 casos.
En Puebla, en la última semana del 2023 se tuvieron registrados 172 casos de picadura de alacrán, con lo que suman un total de mil 363 casos, de los cuales 644 son en hombres y 719 en mujeres.
En el 2022, la entidad cerró con un total de mil 398 casos, por lo que es evidente que hay un aumento.
Los municipios de Izúcar de Matamoros y Acatlán de Osorio son los que tienen mayor presencia de alacranes altamente tóxicos.
El mayor número de casos en el país se registra en los estados de Guerrero con 4 mil 927 casos y Jalisco con 4 mil 679.
Información de la Secretaría de Salud estatal señala que la picadura de alacrán se caracteriza por:
-dolor local
-inquietud
-prurito nasal
-estornudos
-hipersecreción salival y bronquial
-sensación de cuerpo extraño en la garganta (parálisis del nervio glosofaringeo)
-tos
-eructos
-vómito
-hipertermia
-hipertensión arterial
-distensión abdominal
-espasmos clónicos del músculo esquelético
-ceguera temporal
-inconsciencia
-insuficiencia cardíaca
-parálisis de los músculos respiratorios que pueden llevar a la muerte
Medidas de prevención
Las personas que viven en áreas endémicas saben sobre el peligro de una picadura, sin embargo, muy pocas realizan medidas de previsión que disminuyan el riesgo.
La recomendación de las autoridades es que en la vivienda se coloquen cenefas lisas de material de superficie pulida, tales como azulejos o mosaicos, así como en las partes bajas del exterior de los muros y alrededor de puertas y ventanas.
Colocar cielo raso o manta en los dormitorios y usar pabellones a una altura de veinte o más centímetros sobre el suelo para evitar que suban los alacranes.
Limpiar de malezas y eliminar los cacharros que puedan servir de refugio a los alacranes dentro del domicilio y alrededor de la casa.
Aplicar insecticidas de efecto duradero tales como carbonato (400mg/m2) y piretroides en paredes, techos y superficies ocultas.
Acudir a los servicios de salud inmediatamente después de sufrir la picadura de un arácnido.