Desde hace una semana, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) confirmó el primer caso de influenza aviar de alta patogenicidad AH5N1 en México, cepa que ha provocado graves brotes en Europa, Estados Unidos y Canadá.
El caso se detectó en un halcón gerifalte (Falco rusticolus) que se alimentaba de aves silvestres de caza en la cuenca del río Lerma, en el Estado de México.
Ante ello, la Dirección General de Salud Animal (DGSA) hizo hincapié en que en ese momento no existían más casos sospechosos.
Pero exhortó a las unidades de producción avícola comercial y de traspatio a elevar las medidas de bioseguridad en sus granjas, que cumplan todas las disposiciones del Dispositivo Nacional de Emergencia de Salud Animal (Dinesa) y reporten inmediatamente cualquier anomalía que observen en sus animales.
El Dinesa es un mecanismo que pone en marcha todos los recursos del gobierno de México para controlar y erradicar una plaga o enfermedad exótica de los animales.
El Acuerdo para activar el Dinesa, publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el pasado 3 de junio, señala que la coordinación del dispositivo está a cargo del Senasica, a través de la DGSA, con la participación de los Grupos Estatales de Emergencia de Sanidad Animal (GEESA), los gobiernos estatales y el sector productivo.
Están obligados a cumplir el acuerdo los propietarios, intermediarios, comercializadores y todas aquellas personas que realicen actividades relacionadas con la producción, industrialización, transporte y comercialización de aves, sus productos, subproductos y todos aquellos materiales e instrumentos relacionados con la avicultura.
A fin de proteger la producción avícola nacional, el acuerdo establece mecanismos de control para la movilización de aves y otras medidas que deben tomarse para evitar la dispersión de la enfermedad por el territorio nacional.
En consecuencia, en Puebla se activó la alerta sanitaria a nivel estatal, primordialmente entre productores y comercializadores de aves, sus productos, subproductos y todos aquellos materiales e instrumentos relacionados con la avicultura.
De acuerdo con los registros históricos de Senasica, después de cuatro años sin casos, en 2021 se presentaron cuatro contagios de gripe aviar en Puebla. De ahí la alerta declarada en el estado.
En 2017, 2018, 2019, 2020 no se habían registrado casos, pero en 2021 se contabilizaron cuatro contagios.
El pico más alto se había reportado en 2016, con 10 casos, año a partir del cual comenzó a incrementarse la producción de huevo en Puebla.
Por su parte, el reporte sobre focos y animales afectados por influenza aviar en México, refiere que en Puebla en el rubro de focos-explotación contabilizaron en 2021 tres contagios en aves de traspatio tres.
En abril de 2022, se confirmó en el laboratorio de bioseguridad nivel 3 de la CPA, la presencia del virus de Influenza Aviar tipo A, subtipo H7, en dos predios de traspatio, uno de ellos ubicado en Zinacatepec y otro en Tehuacán, Puebla.
La influenza aviar es una enfermedad contagiosa causada por un virus del género influenzavirus A de la familia Orthomyxoviridae, que afecta a las aves de corral como guajolotes, gallos, gallinas, pollos y codornices.
Se transmite por contacto directo o a través de objetos infectados como ropa, vehículos, material o equipo, incluso por las moscas. El virus se encuentra en las secreciones y excreciones de las aves (saliva, fluido nasal, heces y el aire expirado).
Para prevenir la transmisión, es necesario controlar la movilización de aves y sus productos, además de fortalecer las medidas de bioseguridad en las Unidades de Producción Avícola.