Para las víctimas del delito en Puebla nada ha cambiado. Presentar una denuncia ante una agencia del Ministerio Público (MP) sigue siendo un suplicio.

Primero tienen que rogar para que los atienda un agente, cuando logran que tomen su declaración y se abra una carpeta de investigación, lo que sigue es esperar un milagro o varios: que la denuncia no se traspapele o se quede en el archivero del olvido, que reúnan las pruebas suficientes, que concluyan las investigaciones y las diligencias y que lleguen los casos debidamente documentados y fundamentados ante un juez.

La Agencia del Ministerio Público Especializada en Delitos Sexuales de la Fiscalía General del Estado (FGE) es una de las más concurridas.

El inmueble, ubicado sobre la avenida 10 Oriente y cerca del Bulevar 5 de Mayo del Centro Histórico de Puebla, carece de un espacio para que las personas denunciantes esperen a que sean atendidas.

Por ello tienen que quedarse paradas afuera, lo cual observódurante el lapso de dos horas.

Las personas entran y salen con papeles todo el tiempo para ir a sacar copias debido a lo burocratizado del proceso que no ha cambiado, aunque desde hace varios años está en funcionamiento el Nuevo Sistema de Penal Acusatorio.

Abigail Concepción Castro y su hija llegaron a esta Fiscalía en busca de ese milagro, pero llevan dos denuncias ante las agencias del Ministerio Público de la FGE y dicen que todo ha sido un calvario.

El 21 de mayo de 2021, la menor de 16 años de edad, que trabajaba en un local de venta de accesorios para celulares, fue golpeada por Wendy, la esposa de su jefe, con el argumento de que la adolescente sostenía una relación sentimental con su cónyuge.

“Eran como las tres y media de la tarde aproximadamente, me encontraba en el establecimiento (ubicado en la Plaza Magnolias) y estaba atendiendo a un cliente... entró la esposa de mi jefe que se llama Wendy... atrás de ella entró una señora y dijo: es ella. Wendy pasó detrás para jalarme el cabello y tirarme al piso, la otra mujer me llevó arrastrando hasta la parte trasera, donde me hincó y me puso las manos en mi espalda para que Wendy me pateara la cara y soltara puñetazos”, relató la adolescente. 

Tras la golpiza y contarle lo ocurrido a su mamá, ambas acudieron a la Fiscalía General del Estado para presentar la denuncia por lesiones.

“Cuando yo llegué a poner la denuncia al Ministerio Público me dijeron que hubo desmanes y que no me la podían recibir”, compartió la mujer.

Como su hija seguía teniendo malestares por los golpes, decidió llevarla a la Cruz Roja donde la rechazaron, por lo que tuvo que trasladarla al Hospital para el Niño Poblano.

El 23 de mayo, cuando la dieron de alta, fueron a presentar la denuncia en una agencia de la colonia Popular.

“Cuando enseñé las pruebas, me dijo que lo que tenía que hacer era poner una denuncia por hostigamiento sexual porque ese era el motivo por el que había pasado (la agresión)”, detalló la mujer, quien aseguró que su hija efectivamente era acosada por su jefe mediante mensajes de texto. 

Sin embargo, en la Agencia Especializada en Delitos Sexuales de la FGE, los funcionarios le dijeron que tenían mucho trabajo.

Cinco días después, cuando las lesiones de su hija habían sanado, la recibieron. “Después de hablar con el agente del Ministerio Público, me pidió fotografías de los locales, de las calles, de la ubicación para apresurar, dice él, el movimiento porque tiene mucho trabajo”.

Abigail aseguró que en más de una ocasión el agente del MP que lleva el caso ha revictimizado a su hija.

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