La tradicional matanza de chivos en Tehuacán, para preparar el mole de caderas, ha sido cuestionada desde hace meses por activistas que se oponen a esa práctica.
En esencia, la iniciativa fue creada por Margarita Tapia. A través de la plataforma SOSvox Tools For Change, se dedican a recabar firmas con el propósito de poner fin a la práctica.
Los activistas consideran que la matanza es un espectáculo atroz, percibido como un malentendido folclore. Esto a pesar de que, aproximadamente desde principios de siglo, no se realiza una matanza pública y se modificó la ceremonia inaugural para incluir un baile en lugar del sacrificio presencial del chivo.
Los opositores han realizado gestiones para frenar el sacrificio, lo que, en el fondo, pondría en riesgo la realización de la temporada del mole de caderas, típica de la región de Tehuacán, en particular, y de Puebla, en general, durante los meses de octubre y noviembre.
Entre los opositores a la matanza se encuentran los integrantes de la Asociación Ética por los Derechos de los Animales (EDA), quienes consideran que los chivos son sacrificados como parte de una tradición, y que como sociedad es necesario evolucionar.
En general, como parte de sus actividades de concientización, los activistas difunden imágenes sensibles con mensajes en los que invitan a sensibilizarse y ponerse en el lugar de los animales que son sacrificados.
De esta manera, continúa la controversia que durante años se ha desarrollado en torno a la matanza de chivos en Tehuacán, como parte fundamental de la temporada del mole de caderas que está a punto de iniciar.
Los chivos que son sacrificados durante la temporada del mole de caderas, de acuerdo con estimaciones generales, tienen un peso promedio de 42 kilos, de los cuales se obtienen hasta 13.5 kilos de carne.
Además, se producen por cada uno tres kilogramos netos de tasajo, 370 gramos de chicharrón, 2.5 kilos de cebo y un kilo de piel salada.
El espinazo y las caderas son las piezas más cotizadas; los huesos se utilizan para condimentar otros platillos, mientras que los brazos, secos y salados, se consumen con guasmole; las vísceras se preparan en asadura.
Con la piel se prepara chicharrón o bien es adquirida por peleteros; la cabeza y la grasa también tienen otros usos.