De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), de todos los alimentos que se producen en el mundo, poco más de un tercio terminan en la basura, lo que actualmente se convierte en una gran amenaza para la población.
En México, al año no se aprovechan cerca de 20.4 millones de toneladas de comida, equivalente a 158 kilos por persona, lo que significa que 34 por ciento de la producción para consumo humano termina como alimento para animales o en la basura.
Información del Banco de Alimentos de México refiere que en el caso de los poblanos, se calcula que se desaprovechan entre mil 400 a mil 500 toneladas de alimentos anualmente.
Los principales grupos de provisiones que no son aprovechados por los poblanos son las frutas, seguido de las verduras, posteriormente los cereales y al último la carne.
En general, las razones por las que se desperdician los alimentos son:
-el mal tiempo
-problemas de procesamiento
-sobreproducción
-mercados inestables
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) emitido en junio recién pasado señala que gran parte de estos insumos se pierden desde el campo, por deficientes métodos de recolección, así como en todos los puntos de la cadena alimentaria, las granjas, barcos de pesca, en la distribución, tiendas minoristas, restaurantes y en los hogares.
En este punto, el Índice de desperdicios de alimentos 2021subraya que es en los hogares donde se da la mayor parte del desperdicio de alimentos al reportar 61 por ciento de comida no aprovechada, seguido del servicio de alimentos con un 26 por ciento y 13 por ciento restante en comercio minorista, como supermercados o pequeños almacenes.
Dos de las principales razones por las que se arrojan los alimentos a la basura de los hogares es por la sobrecompra y la mala planificación.
Dejar que se pierda la comida no solo representa daños a tu economía, sino también se contribuye a daños al medio ambiente.
Un reporte del Laboratorio de Datos contra la Obesidad menciona que la comida que no se aprovecha genera toneladas de dióxido de carbono, lo que contamina el planeta lo mismo que 16 millones de automóviles al año.
Además, se pierden por completo millones de toneladas de metros cúbicos de agua, liquido vital que fue ocupado para la elaboración de esos alimentos que a final de cuentas no fueron aprovechados.
Se estima que entre el 8 y 10 por ciento de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero están asociadas a alimentos que nunca se consumieron.
Al desperdiciar comida, también se desperdician todos los recursos utilizados para cultivar, procesar, transportar y comercializar esos alimentos.
En el caso del gobierno del estado de Puebla, no se cuenta con un programa específico para atender esta problemática.
Solamente, la Secretaría de Salud estatal emite una infografía con recomendaciones hechas por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para reducir el desperdicio de alimentos.
Estas acciones consisten en:
-Compra solo los alimentos que necesitas
-Sírvete lo que vayas a comer
-Revisa fechas de caducidad de los productos
-Almacena correctamente los alimentos
-Dona lo que no vayas a comer
Apoya a los productores de tu comunidad:
-Compra en mercados locales
-Promueve el consumo de alimentos de la comunidad
-Si vas a salir con la familia, come en pequeñas fondas o restaurantes locales
Valora el trabajo que requiere producir los alimentos
-Aprecia y valora lo que comes
-Cuando comes también consumes los recursos naturales y el trabajo de los campesinos, quienes recolectaron los alimentos y todas las y los involucrados en que los alimentos lleguen a tu plato.
-Lleva una dieta más saludable
-Consume verduras y frutas de la región y de temporada
-Evita alimentos procesados o empaquetados con más de un sello de advertencia
- Lleva y consume agua simple en cilindros reutilizables
-Aprende de dónde viene lo que consumes
Al aprender más sobre nuestra comida, de dónde viene, cuál es su temporada y qué se necesita para producirse, aumenta nuestro conocimiento y respeto por lo que estamos comiendo.