El gobierno de Puebla gasta 218 pesos diarios en la manutención de cada preso en las cárceles estatales.
Además, a cada custodio o elemento de seguridad le toca cuidar a 7 reclusos en promedio y en cada celda colectiva tienen que cohabitar cinco internos.
De acuerdo con el Censo Nacional de Sistemas Penitenciarios Estatales 2021 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el 2020, el gobierno del estado destinó 453 millones 542 mil 407 pesos en los penales estatales de San Miguel –ubicado en la capital de Puebla-, Tepexi de Rodríguez y Ciudad Serdán.
En esas cárceles hay 5 mil 679 reclusos -5 mil 209 hombres y 470 mujeres-, de tal manera que al año, el gobierno gasta 79 mil 863 pesos en la manutención de cada preso, cuyo monto equivale a 218 pesos diarios.
El reporte advierte sobre las condiciones de hacinamiento, pues los tres penales tienen capacidad instalada para 3 mil 942 presos.
Los tres centros cuentan con dormitorios para personal, área de visita conyugal y familiar, locutorios, consultorio, biblioteca, camas hospitalarias, centros de desintoxicación, talleres de oficios, aulas escolares y canchas.
En ellos trabajan mil 67 empleados, de los cuales 10 son directivos, dos médicos generales, tres especialistas en ginecología y obstetricia, 12 médicos internistas, un psiquiatra, cinco odontólogos, 28 especialistas, 24 trabajadores sociales, 16 psicólogos, 11 criminólogos, 65 jurídicos, 125 custodios de primer nivel jerárquico, 127 de nivel intermedio y 488 de vigilancia y operativos.
En cuanto a equipamiento, cuentan con cámaras de vigilancia, equipo de bloqueo de señales de telecomunicación, GPS para traslado de personas, detectores de metal y circuito cerrado de televisión, pero no tienen detectores de narcóticos ni sensores de movimiento.
En total, hay mil 241 celdas -148 individuales y mil 43 colectivas-. De esas mil 209 tienen agua y energía eléctrica, drenaje y baños, pero sólo 594 tienen regaderas.
Cada año, entregan a cada recluso dos cepillos de dientes, dos jabones, dos pastas, dos rollos de papel, dos pares de zapatos, dos cobijas y dos mudas de ropa.
En 2020, ingresaron a esos centros 2 mil 973 personas -2 mil 324 hombres y 267 mujeres-. De ellos, mil 953 hombres ingresaron por primera vez y 719 fueron reingresos. En el caso de las mujeres, 252 fueron de nuevo ingreso y 49, reincidentes.
Del total de 5 mil 679 internos en los tres penales, 932 tienen entre 30 y 34 años; 922 entre 35 y 39 años; 915 entre 25 y 29 años y 267 son mayores de 60 años.
En cuanto al nivel educativo, 2 mil 169 tienen primaria o preescolar; 2 mil 84 secundaria y dos con maestría.
Además, 3 mil 998 son adictos a sustancias psicoactivas.
Respecto a la preparación académica de los trabajadores, el censo del INEGI reportó que 18 concluyeron la primaria o el kínder; 216, la secundaria; 529, la preparatoria; 83 tienen carrera técnica y comercial; 209, licenciatura; 11 terminaron la maestría y uno, el doctorado.
En materia salarial, de los mil 67 empleados: 847 ganan entre 10 mil y 15 mil pesos; 96 de 5 mil a 10 mil pesos; 87 de 15 a 20 mil pesos; 34 de mil a 5 mil pesos y sólo 3 –los directores de los panales- tienen un ingreso mensual de entre 35 mil y 40 mil pesos.