Desde el 24 de octubre y hasta el 31 de diciembre de 2022, la verificación vehicular fue obligatoria para las unidades del transporte público, taxis y unidades particulares que prestan el servicio ejecutivo por medio de plataformas, de acuerdo con lo dictado por la Secretaría de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial (Smadsot).
Sin embargo, durante un sondeo realizado por El Universal Puebla en los verificentros, fue notable la casi nula participación de los propietarios de unidades dedicadas al servicio público.
Enrique Ramírez, vecino de la colonia Lomas de San Miguel, conduce un taxi y por ello acudió al verificentro CVV-009 que se ubica en la calle 24 Sur 4107 de la colonia El Mirador.
En entrevista, dijo que, de acuerdo con sus colegas, no hay mucho interés por verificar, principalmente por el gasto que implica darles mantenimiento y afinación a sus unidades, lo que resulta gravoso para sus bolsillos.
En su caso tuvo que invertir 3 mil pesos para la afinación, más la compra de dos llantas traseras y el cambio de la suspensión.
Cambió cables, anticongelante, cuatro litros de aceite con filtro, bujías de platino, más el pago de 628 pesos por la verificación.
“Algunos (taxistas) sienten que tendrían que hacer muchos cambios y prefieren no hacerlo porque de todos modos creen que no van a pasar la verificación y no tienen la economía”, dijo tras quitarse un peso de encima cuando el personal del verificentro le entregaron el holograma con el que confirman que pasó la prueba.
En este verificentro, fue el único taxi que acudió a la verificación durante el tiempo que se realizó el sondeo, en comparación con cerca de 12 autos particulares.
Eugenio Ortega Carpinteyro, vecino de la colonia Bella Vista, es propietario de dos unidades que emplea para el trabajo. En su caso acudió a verificar su unidad porque porta placas de otro estado.
“Pedí la verificación doble cero para tener la unidad todo el tiempo y no me quede ni un solo día sin auto. Son unidades particulares”, compartió al tiempo de expresar que el procedimiento de las citas es bueno, porque de esta manera no hay aglomeraciones.
Respecto al costo de la verificación dijo: “nos lo tuvieron que aplicar después de tres años que no hubo verificaciones, el gobierno lo tenía que recuperar, pero es un derecho que tenemos que pagar, no hay de otra, si no se va a convertir en un problema en una infracción que te va a salir tres veces más caro de lo que estás pagando ahorita. Si no traes el holograma te pueden detener hasta la unidad”.
El llamado que hizo a las autoridades es “que le bajen tantito a los retenes porque no llegamos a ningún lado. Que nos pidan las cosas por favor y con amabilidad y podremos mostrar toda la información que nos pidan”.
Por su parte, Gerardo Ortiz Cuevas, vecino de la colonia Zaragoza, acudió por primera vez a la verificación, pero no pasó su unidad.
Él junto con su esposa son personas con discapacidad y el uso del vehículo les ayuda a poder trasladarse de un lugar a otro, ya que usar el transporte público es difícil para ellos.
“Me han intentado infraccionar muchas veces, buscan cualquier pretexto, mínimo 200 pesos. El gobierno del estado debería dar más información para las personas que somos nuevos en esto de la verificación, porque desconocemos mucho del tema. Informar a través de las redes sociales, explicar con videos sobre el cambio de placas, para acudir a verificar, para las fotomultas, que haya más promociones sobre los adeudos que tienen los automóviles”, opinó.
En esto coincidió Francisco Álamo, vecino de la colonia Ladrillera de Benítez, ya que en su caso acudió por una reverificación, pues su camioneta no pasó la primera vez.
“Falta de orientación por parte del gobierno y del personal del verificentro, pues la primera (vez) que acudí el proceso lo hicieron bajo una norma que no necesito cumplir porque no viajo a la Ciudad de México, pero eso no me lo explicaron la primera vez, sino hasta la segunda ocasión”, comentó.
Manuel Domínguez Gallardo, gerente del verificentro con clave CVV-009, confirmó que hay poca demanda por parte de los propietarios de unidades del transporte público, taxis y unidades que ofrecen servicio ejecutivo por medio de plataforma y quienes más acuden son los conductores de unidades de uso particular.
En entrevista explicó el proceso que deben seguir las unidades.
Una vez que llegan los conductores a la puerta deben de presentar su documentación que consiste en:
-Comprobante de cita en línea (con copia)
-Tarjeta de circulación (con copia)
-Identificación oficial como el INE (con copia)
Al ingresar es verificada la documentación y se procede a colocar las unidades en la línea de inspección, donde se hace una supervisión visual de acuerdo con la norma.
Checan las condiciones de los neumáticos, si es que carecen de dibujos o presentan un abombamiento; que el vehículo no tire algún tipo de fluido, revisan el tapón de gasolina, tapón de aceite, bayoneta y que el escape no tenga ninguna fisura.
Posteriormente, las unidades pasan a revisión de emisiones.
Si se obtiene un resultado aprobatorio se procede a la entrega del holograma, pero si no pasa la verificación se le da indicaciones al usuario dependiendo del resultado.
A decir del gerente, el procedimiento dura en promedio de 8 a 15 minutos y cuentan con 24 personas en el espacio, de los cuales 9 son técnicos y el resto son administrativos.
Como ahora es poca la demanda, en el mismo verificentro ayudan a los conductores a sacar su cita, si el portal del gobierno del estado lo permite, para que en ese momento pueden verificar la unidad.
La recomendación que hace para los particulares que ya este lunes deben verificar es que los propietarios acudan con su mecánico de confianza, que hagan una afinación y pongan a circular su auto durante tres días y posteriormente asistan a la verificación.
Los verificentros funcionan de lunes a viernes de 08:00 a 20:00 y sábado de 08:00 a 14:00 horas. A partir del 1 de enero de 2023 será obligatorio para los propietarios de unidades particulares.