Sanaa Mustafa, una influencer y abogada venezolana que en 2017 emigró a Estados Unidos y actualmente encabeza un emprendimiento que ayuda a los inmigrantes a reunirse con sus familias, es un ejemplo de empeño que tiene el sueño ambicioso de seguirse preparando para ayudar a los demás.
“Lo que quieran hacer en la vida, primero es Dios. A veces parece imposible lograr algo, porque todas las circunstancias o los acontecimientos de la vida se prestan para pensar que algo es imposible y pienso que hay que creer siempre en uno mismo y trabajar duro, trabajar incansablemente”; tal es su filosofía como líder de SMPreparations, una compañía que asiste a latinoamericanos en la búsqueda de materializar el sueño americano.
“Mientras otros están rumbeando o de viaje de placer, yo estoy trabajando, o leyendo o buscando información sobre cómo ayudar a la gente, buscando vías para legalizar a la gente porque hay mucho potencial, y mi consejo más grande es no quedarse con lo que dicen las demás personas. Debemos siempre buscar diferentes opiniones, y si 20 personas te dicen que no, pero en tu corazón siente que tú eres bueno para eso, inténtalo, nunca lo vas a saber si no lo intentas”, indicó en entrevista.
Hija de inmigrantes que le dieron educación universitaria en Venezuela como abogada, en 2017 decidió irse a vivir a Miami para mejorar sus condiciones de vida, para lo cual tuvo que iniciar desde abajo realizando actividades laborales como conductora de Uber, mesera y asistente de un despacho de abogados. “Simplemente la situación del país me obligó a quedarme y creo que fue la mejor decisión”.
“Actualmente estoy preparándome con el inglés para presentar mi prueba para postularme en la universidad y graduarme en derecho en Estados Unidos”, señaló.
En su proceso de adaptación aprendió que la migración es difícil y compleja. En su caso, pese a haber estudiado una carrera lucrativa como es el derecho, para iniciar su proceso de migración y no dormir en la calle sirviendo mesas, atendiendo clientes en restaurantes, discotecas tuvo que esforzarse con largas jornadas de trabajo pues tenía una meta muy grande que era poder ahorrar para ayudar a su familia y mantenerse en esta ciudad tan costosa.
“Además pagarle a un preparador como lo soy yo actualmente para que me ayudara a hacer mi trámite migratorio porque como buena abogada que soy en mi país siempre soy partidaria de que uno tiene que estar al día con todo en la vida en cuanto a documentos”, explicó.
Al no tener documentación, señaló, en Estados Unidos todo se hace más costoso porque a falta de la residencia legal, se deben pagar depósitos más caros o créditos más costosos.
“Muchas veces pensé en regresarme, pero mi mamá me impulsó a quedarme aquí, porque como inmigrante que migró a Venezuela por la guerrilla y el narcotráfico me guió para no sentirme sola”, relató.
Un factor que le ayudó a consolidarse en Estados Unidos fue su esposo, un odontólogo de origen colombiano, quien le proporcionó el soporte emocional para seguirse preparando y buscar metas más ambiciosas.
“Si tú te trazas una meta y no renuncias nunca a ella, cómo no vas a lograrla, tiene que apostarse uno a uno mismo independientemente de las adversidades, que van a haber miles”, contó.
Con la llegada de la pandemia encontró oportunidades para desarrollarse como profesionista en Estados Unidos, y el primer año de la pandemia lo considera uno de los mejores para su desarrollo.
“Tal vez la gente no le estaba dando importancia a un trámite migratorio, pero sí le estaban dando importancia a otros trámites que el gobierno sacó y yo me especialicé, y comencé a hacer estos trámites porque igual yo tenía que pagar renta, igual hacer mercado, mandar dinero a Venezuela”, indicó.
Agregó que en su carrera, independientemente de ganar dinero, hay una gran satisfacción personal al ayudar a personas a obtener por ejemplo préstamos, o conseguir un trámite migratorio. La satisfacción personal es muy grande, saber que gracias al trabajo que mi equipo y yo hicimos pudieron reunirse familias, o resolver problemas económicos, es algo increíble”.
Luego de haber trabajado para varios abogados como su asistente, se capacitó en las planillas migratorias y en el área conocida como Notary Public.
“Me capacité en el área de Notary Public, hice un curso que te capacitas y te permite ir un poquito más allá, voy paso a paso conforme la ley me lo permita, y no me quiero quedar estancada y es por eso que estoy estudiando inglés para presentar mi TOEFL que es la prueba para poder aplicar a cualquier carrera, y una vez que pase esta prueba puedo presentar la prueba de la escuela de derecho para ya poder asesorar, porque ya siendo abogada en mi país aquí nada más me va a tomar dos años”, explicó.
Actualmente el servicio con el que ayuda a más personas es el denominado “parole” humanitario, que es un trámite que hace tres meses el gobierno sacó para los venezolanos, pero se acaba de abrir para otras cuatro nacionalidades: Nicaragua, Cuba, Haití y Venezuela.
“Es básicamente una visa humanitaria de emergencia que se le saca a una persona que tenga alguna de estas nacionalidades o sea familiar directo de alguna de estas nacionalidades y pueda entrar de manera legal a los Estados Unidos”, detalló.
En el futuro, tiene el propósito a corto plazo de abrir una oficina física y extender sus servicios a otros estados como Texas, pero en el largo plazo tiene metas más ambiciosas.
“Voy al Congreso, tengo demasiada confianza en lo que hago y me quiero preparar para sacar la carrera y me quiero postular al Congreso para ayudar a miles de migrantes, porque yo sé que estando dentro del Congreso, siendo una de las pocas latinas en el Congreso, sè que puedo apoyar a que se aprueben leyes para facilitarles la migración a las personas que realmente vienen a sumarle a este país”, señaló.
Concluyó que en Estados Unidos hay muchos inmigrantes de varias nacionalidades que tienen impedimentos legales para reunirse con sus familias. “El sistema legal del país no lo permite de cierto modo, y si lo permite los tiempos son muy largos de 10 o 15 años. Se puede morir una persona esperando un trámite migratorio”.
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