Edgar Yamil Yitani, candidato a la presidencia municipal de Puebla por el partido Movimiento Ciudadano, se describió como una persona que desde niño trabaja por esta ciudad, que vive y disfruta de sus calles, que ve su progreso y ve hoy con tristeza el encierro que padecemos como consecuencia de la pandemia.
En entrevista con El Universal Puebla relató los motivos por los cuales quiere administrar a la cuarta ciudad más importante del país, siempre tomando en cuenta la opinión de los poblanos.
Quiero llegar al gobierno municipal como un ciudadano que, con un grupo de poblanos queremos lo mejor para la ciudad, que podamos corregir cosas que le hemos pedido a las autoridades de administraciones pasadas, pero que nunca han hecho. Estamos escuchando a la gente, que nos digan qué necesitan, qué es lo que le hace falta en cada zona, porque cada colonia y cada unidad habitacional es distinta.
Mi ventaja es ser un ciudadano que quiere y ama a su ciudad. Tristemente tenemos altos niveles de pobreza, siendo la cuarta ciudad más grande del país deberíamos estar encumbrados y en cambio estamos en los últimos lugares.
Les faltó escuchar a la ciudadanía, que la sociedad te diga las cinco cosas más importantes que tienen en cada lugar o colonia, retomar qué se puede hacer de esas cinco y a cada quien darle lo que más necesita. A veces no siempre son recursos, sino solo es cuestión de organización.
Mi idea es que la gente mes con mes esté al pendiente de cómo se están usando los recursos, cuánto se usa, cuánto se gasta, quién hace la obra, en cuántos días lo hizo.
No creo que sea impedimento. Lo que pasa es que seguimos con aspectos machistas. Yo estoy por el empoderamiento de la mujer, de los niños, de las niñas, de todos los ciudadanos. Lo que se ha perdido es ética, moral, civismo, por eso estamos sufriendo ahora todo esto.
Ahora que me subo a las combis del transporte público veo a las señoras paradas y los señores sentados fingiendo que van dormidos. ¿Dónde está el civismo, dónde está el apoyo social?
No es que estén en contra de Morena, pero estas alianzas confunden. Imagina que estamos en un barco y subes a cinco capitanes, a quién le vas a dar la orden si cada uno va ir para su partido, para sus intereses personales. El Ayuntamiento no es para repartirse, la política no es así, el poder se cumple o no se cumple. Por eso, nosotros como Movimiento Ciudadano vamos solos y mi convenio con Dante Delgado fue ese, vamos solos, vamos por la gente, y lo primero es la ciudadanía y así lo vamos hacer.
El hecho que alguien llegue a ser candidato cambiando las reglas, violando las reglas internas de su partido solo manda un mensaje de que no hay ética, no hay moral y no hay respeto. Si esa persona gana, nos va a gobernar con eso, sin ética, sin moral y sin respeto. El 6 de junio el ciudadano va a poner a la gente que quiera, pero tiene que pensar el hecho de que si entre ellos mismos no se respetan y faltan a las reglas, qué nos podemos esperar en un futuro.
No debe haber reelección porque todos los ciudadanos tienen derecho a participar, y porque creo que la vida de un político no debe de prolongarse desde su juventud hasta su cuarta edad. Tiene que haber oportunidad a los jóvenes, mujeres, adultos, empresarios, profesionistas porque todos pueden aportar algo.
Más que competitivo, será exitoso. Sera un movimiento que va a dejar un nuevo camino a la sociedad, le va a llenar muchas de las expectativas que la sociedad tiene. Va a cumplir con muchas de las esperanzas que la ciudadanía reclama y creo que vamos hacer muy buen equipo entre ciudadanos y Ayuntamiento porque vamos a trabajar de la mano. Queremos que cada uno de los poblanos que tenga ganas de abrir un negocio lo haga y sacar adelante a su familia.
Es muy afortunado México al poder contar con medios de comunicación fuertes, claros, transparentes y certeros, que señalan lo que México necesita y lo que en México se hace.
También dejan ver las aspiraciones de cada uno de los que estamos jugando en esta campaña para que el pueblo pueda analizar y reservarse su voto en el momento oportuno.
Decirles que, si un elector vende su voto, está vendiendo a su familia por tres años, así que no tiene derecho en reclamarle a la autoridad que haga lo que no hizo, porque ya vendió su voto y con ello la oportunidad de reclamar. No lo hagan, sean dueños de su propia dignidad.