Cinthia Oranda Valderrama Jiménez, asistente en póliza de seguros en la firma GNP, dio a conocer que año con año el costo de las pólizas de seguros de gastos médicos aumenta de acuerdo a la inflación.
El precio también se basa en el nivel de siniestralidad a nivel nacional, la cual se incrementó en el año 2021 y 2022 debido a los decesos por la pandemia del Covid-19.
En entrevista con El Universal Puebla explicó que un seguro de gastos médicos sirve para cubrir una parte o la totalidad de los costos de algunos procedimientos relacionados con la salud.
En el caso de accidentes cubre desde una caída, una fractura o hasta un evento que ponga en riesgo la vida.
De la misma manera respaldan al contratante del seguro en caso de enfrentar una enfermedad grave como un cáncer.
Una póliza hace la diferencia entre pagar costos muy elevados de médicos, hospitales, laboratorios, tratamientos, medicamentos y rehabilitación, entre otros.
El objetivo es que las personas que contraten este tipo de garantías tengan la tranquilidad de que podrán ser atendidos en caso de un accidente o un diagnóstico grave, sin que comprometa la economía familiar o tenga que perder sus bienes materiales o inmuebles.
Las pólizas dan cobertura desde recién nacidos hasta adultos mayores y el pago por este seguro varía por las necesidades del contratante.
Dependiendo del nivel hospitalario que se elija para recibir atención médica, quirúrgica o de internamiento (en caso de ser necesario) será el precio.
El costo también cambia dependiendo del deducible que cada persona seleccione. El deducible es el pago que corre a cuenta del asegurado, “a mayor deducible es menor el costo de la póliza y viceversa”.
En su experiencia, compartió el caso de un asegurado que dio positivo a Covid-19, cuyos gastos para atenderse de esta enfermedad fue superior al millón de pesos, pero pagó un deducible de 28 mil 500 pesos y el resto fue cobertura de la aseguradora.
“En el caso de esta persona tuvo que usar rehabilitación para sus pulmones y esas terapias son caras, pero fueron posibles porque contó con una póliza de seguros de gastos médicos mayores”, acotó.
Valderrama Jiménez indicó que estos seguros son propicios para prevenir los gastos que puedan enfrentar en caso de presentarse un accidente o una enfermedad.
De manera que si una persona, por ejemplo, es diagnosticada con cáncer antes de contratar el seguro, ya no puede ser candidato para que le se autorice una póliza.
“Si la persona contrata un seguro y después de dos años se le diagnostica la enfermedad, entonces sí cubre la aseguradora los gastos”, citó tras agregar que las tarifas de las pólizas pueden ser pagadas en una sola exhibición o en mensualidades.
De acuerdo con la cartera de clientes con la que cuenta, son más las mujeres quienes contratan estos servicios, principalmente quienes planean la maternidad, ya que la póliza cubre también a los recién nacidos.
Le siguen las pólizas familiares contratadas para cubrir a papá, mamá e hijos.
El rango de edad de quienes se preocupan y adquieren un seguro es de 25 a 38 años.
Sin precisar una cifra, Valderrama Jiménez añadió que a partir de la pandemia se incrementó en un 20 por ciento el número de contrataciones de seguros de gastos médicos mayores.
“Más vale prevenir en tener el seguro aunque no lo ocupemos, a tener que necesitarlo y no tenerlo en el momento, porque hay enfermedades muy caras y que a veces se dejan de atender por cuestiones económicas”, acotó.
En redes sociales se pueden observar comentarios de clínicas o instituciones que señalan que para atender a una persona con diabetes se requiere de mil 500 pesos mensuales. Si la gravedad de la enfermedad es mayor, también el costo aumenta.
En el caso de un cáncer de mama o una leucemia, que son de los más comunes, el costo va desde 1.5 millones de pesos hasta 3 millones anuales.
Enfermedades mentales como depresión, ansiedad y tristeza el tratamiento estimado al mes es de mil 500 a 2 mil 500 pesos.
De 8 mil a 15 mil pesos, más costos adicionales por consulta y medicamento gasta una persona para atenderse una insuficiencia renal.
De mil a 3 mil pesos mensuales destina una persona para tratarse problemas de hipertensión arterial.