Desde que apenas tenía nueve años de edad, don José Bernardo Córdova Zúñiga se dedicó al oficio de bolero, labor con más de un siglo de historia.
Desde ya hace algunos años radica en Puebla, aunque es originario de la Ciudad de México, pero desde muy temprano, sin tener horario fijo, se levanta y se dirige al tradicional Pasaje del Palacio Municipal de la capital poblana.
Ahí, el señor de 49 años instalado en su carrito prepara su material a ocupar: grasa, cera, esponjas y limpia zapatos, a esperar que los clientes comiencen a llegar.
En una conversación con El Universal Puebla, indicó que, en su experiencia de 40 años en esta labor, siempre ha tenido trabajo afortunadamente.
Dijo que en su mayoría la gente que pide un servicio es mayor de edad, “licenciados, abogados, maestros, turistas, de todo un poquito”.
Destacó que con lo que recauda sí ha podido aportar a los gastos de la familia “es muy socorrido este trabajo”; una boleada de zapatos cuesta entre 20 y 25 pesos.
No obstante, hace una pausa y recuerda que el Covid-19 sí le afectó. "En época de pandemia nos llevábamos dos, tres o hasta una boleada nada más”.
“A todos nos afectó demasiado, no solo a nosotros, a todas las partes, varios países”, comentó.
Mientras limpiaba calzado, indicó que los clientes piden por lo regular el color negro y café.
El proceso que aplica para un gran resultado es primero lavar el zapato, luego una cepillada con thinner para desmanchar un poco y, posteriormente, se le aplica la tinta de color y la grasa, para al final pulirlo.
“Esto nunca va a terminar, la boleada siempre va a seguir”, confió.
Don José viene de una familia grande conformada por 12 integrantes, nueve hermanas y él, el único hombre y soltero.