En más de una madrugada de angustia, entre las fechas límite de la burocracia electoral y el golpeteo político, Eduardo Romero Romero pensó en dejar todo lo que había avanzado junto con su planilla para la candidatura independiente por la alcaldía de Pahuatlán.
Sus dudas, sin embargo, fueron frenadas por su anhelo de ver progreso en el Pueblo Mágico y hoy es el único candidato registrado sin partido que ganó una alcaldía en 2021 y el tercero en la historia de Puebla, luego de dos triunfos por la vía independiente obtenidos en 2018.
Su primer lugar en las urnas fue además con un amplio margen cercano al 17 por ciento, frente a Enrique Castillo Santos, candidato del Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), una mancuerna que había triunfado en el municipio de la Sierra Norte desde el morenovallismo.
En entrevista para El Universal Puebla, Romero se describe como un nuevo político, antes empresario del campo con trabajo altruista, que busca gobernar Pahuatlán lejos de pleitos por el poder que hartaron al municipio, según lo señaló recientemente el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta.
Con enfrentamientos históricos, una población otomí y nahua abandonada, con pobreza económica pese a la riqueza de recursos naturales, inseguridad y conflictos medioambientales como el de la negativa al paso de un gasoducto, no le será fácil.
Tras recibir la constancia como ganador por parte del Instituto Electoral del Estado (IEE), así ve los retos de la independencia:
¿Qué lo llevó a decidirse por la vía independiente?
En septiembre me senté con mis amigos y vimos que el contexto real del municipio era complicado, un poquito lo que dijo Barbosa es cierto. Siempre ha habido pugnas de grupos políticos, siempre ha sido una presión muy fuerte la política y decidimos ir por la vía independiente.
¿Pensó en renunciar a la candidatura ante las dificultades del registro y la campaña?
Fíjate que sí, yo no estaba acostumbrado a la guerra sucia, yo no estaba acostumbrado a estar en los trámites y firmas hasta las dos, tres de la mañana y con todo lo que decía la gente, pensaba: ¿Yo qué hago aquí?
Yo tengo una vida tranquila, puedo estar en cualquier parte del mundo, puedo comer a mis horas, tengo una familia, soy padre de dos hijos, una hija adolescente, un niño pequeño, mi hijo quería un padre de tiempo completo, pero dije, estoy por mi gente y quiero progreso.
¿Por qué cree que la población apostó por la vía independiente?
Fue en parte el hartazgo, fue en parte que no hay desarrollo, no tenemos una infraestructura para ser un Pueblo Mágico, para recibir a nuestros visitantes y darles tres días de alojamiento con todo lo que tiene que ver con el turismo.
Afortunadamente es una zona verde y en comparación con otros pueblos mágicos que son prácticamente puro llano seco, aquí hay mucho para el ecoturismo, ¿pero cómo vamos a llevar a un pueblo, a la comunidad al desarrollo, si no hay apoyos?
¿Cómo enfrentar los conflictos políticos, de inseguridad y medioambientales que arrastra Pahuatlán?
Es pura mediación, es pura negociación. El problema fue con la presidencia que tenía una visión limitada y que es gente que estaba nada más en la cabecera municipal, que no salía a hacer frente con las comunidades, que nunca dialogaron. El conflicto fue sencillo de resolver, pero nuestra autoridad no supo hacerlo.
¿Cuáles serán sus tres primeras acciones como edil?
Lo primero es la parte de seguridad, una reestructuración en todas las áreas del municipio, en general. Lo segundo viene siendo la parte de realizar todo un estudio para que los administrativos y operativos sean gente con actitud de servicio y gente acorde a las comunidades, para que den un buen servicio a los otomíes y nahuas; y lo tercero es la automatización de todos los servicios del municipio.
