No son unos simples caballos policías. Si el manejador no sabe interpretar sus gestos, no pueden trabajar juntos. Pero con el tiempo, ambos pueden crear tal conexión que logran buenos resultados en la lucha contra el crimen, aseguró Raúl Cuahuey Teapila, encargado de la Policía Montada del Municipio de San Andrés Cholula que cuenta con 12 ejemplares, entre ellos, dos pequeñas potrancas.
En entrevista con El Universal Puebla, el funcionario comentó que los caballos, pese a su tamaño, son como lomitos o gatitos que necesitan cuidados, adiestramiento y entendimiento.
¿Los caballos tienen alguna peculiaridad para su manejo?
-Para poder trabajar con ellos hay que entenderlos en cuestión de sus gestos, ellos tienen gestos en toda la cara, en las orejas. Para poderlos entender, hay que saber esos gestos y así nos damos cuenta si están enfermos, cuando les duele algo o no quieren circular y entonces, nos basamos en ello para poder operar con ellos o dejarlos descansar.
¿Se llega a crear una conexión entre el manejador y el caballo?
-Sí, de hecho, sí hay una conexión con ellos, de repente se sienten tristes y pues entonces uno también anda como apagado. Cuando de repente nos salen los auxilios y hay que salir corriendo, pues también como que dicen: “a dónde vamos, a dónde va a ser la corrida”.
¿Un caballo tiene semejanza con un perro?
-Sí, de hecho, estos animales (los caballos) son muy domésticos. Si te das cuenta, son muy apapachables, son muy cariñosos. Nada más que su cuidado sí es muy superior al de un perrito o un gatito porque son enormes y comen demasiado. Su aseo, por ejemplo, es un poco más tardadito.
¿En qué consisten los cuidados de los caballos?
-Los trabajamos, digo los trabajamos porque les damos vuelta en el picadero o en el corral todos los días cinco, diez, quince minutos, después los cepillamos, los aseamos, los peinamos. Si hay necesidad de bañarlos, se bañan para que pues no lleven el estiércol que a veces se les pega.
Después ya se les pone la montura y nos alistamos nosotros como personal para irnos al recorrido.
¿Cada cuánto comen los caballos?
-Ellos comen dos veces al día, por la mañana se comen lo que se le llama un libro de forraje que es avena y cuatro kilos de grano, que es un grano ya preparado que lleva varios, entre ellos, maíz, trigo, linaza. De agua aproximadamente se toman entre 25 y 30 litros por la mañana y es la misma dieta por la tarde.
¿El manejador necesita un adiestramiento especial para trabajar con un caballo policía?
-Sí porque no es lo mismo un caballo charro que uno policíaco. Nosotros usamos albardón o una silla inglesa, es más ligero para ellos y para nosotros. En cuanto a la silla charra, es ancha grande y pesada tanto para ellos (los caballos) como para nosotros.
De ahí, el charro usa un freno charro, una cabezada charra, nosotros usamos igual un filete, unas riendas y una cabezada inglesa que también es una gran diferencia.
¿Estos aditamentos facilitan el manejo del caballo?
-En cuestión del freno, digamos que el filete no ejerce tanto castigo como un freno charro. El freno charro ejerce un poco más de castigo que los filetes, las cabezadas y la tienda inglesa tienen como un poquito más de presencia, ya que toda está conformada de piel y la del charro no porque lleva unas tiendas, como de este material, de tela y únicamente arriba de las orejas.
¿Los caballos tienen asistencia médica?
-En cuestión médica, nos asiste una médico veterinaria para las emergencias en caso de que sean mayores. Si son lesiones menores, se nos proporciona medicamento para que los podamos asistir. La médico veterinaria está disponible las 24 horas.
¿Qué tipo de aseguramientos realiza la Policía Montada, recuerda alguno?
Una vez nos tocó auxiliar a un extranjero, recuerdo que era de origen coreano. Estaba en la zona turística, en la parte media de la pirámide y alguien venía en una bici muy rápido y nos pasó.
Atrás venían unas personas auxiliando a los extranjeros, estas personas nos comentan: “es que les robaron su cámara”. Era una cámara profesional, nos dimos a la tarea de desplazarnos con los caballos y pues yo creo que recorrimos como unos diez kilómetros a caballo y sí se logró el aseguramiento. Los extranjeros quedaron muy conformes con el servicio del apoyo.