Tal como lo destacan los letreros de la Feria de Amozoc, este municipio conurbado de Puebla, es cuna de artesanos, orgullosos de sus tradiciones y creaciones.
Es el caso de José Luis Ramírez Corona, quien se describe como “orgullosamente mexicano, poblano y artesano” y recibe las cámaras de El Universal Puebla en su taller y negocio Artesanías Luis.
“Estudié ingeniería, tengo mi cédula profesional, pero volví a regresar al trabajo de mi papá. Soy mi propio patrón, trabajo las horas que quiero, trabajo con gusto y para mí es un orgullo seguir trabajando lo que mis ancestros empezaron a hacer de una manera muy rústica y ahora tratamos de perfeccionar”, señaló.
En entrevista, narró que todos los días, desde las 8:00 horas, inicia la elaboración de figuras para el nacimiento, las cuales se componen de las imágenes de la Virgen María, San José, los tres Reyes Magos, el ángel, un pastor, el toro y la mula.
La elaboración de estos nacimientos es un trabajo artesanal | Foto de Héctor Hernández
Comienza con la preparación de los moldes de látex, en los cuales vacían la mezcla de yeso cerámico con agua.
La primera capa es para cubrir todos los espacios del molde y la segunda es para dar cuerpo a la figura.
Una vez que el yeso se secó, en un tiempo de 3 a 5 minutos, se desmolda la figura y se procede a lijarla para retirar rebabas e imperfecciones.
Lo que sigue es colocar los ojos de vidrio, los cuales compra en diferentes colores y cortes.
Luego sigue el paso del sellado con un barniz que permita una mejor adherencia de la pintura vinílica que empleará para resaltar rostro, cabello, vestiduras, detalles y base de cada escultura.
Con aerógrafos, los artesanos en la Juguetería Luis -todos ellos integrantes de una sola familia-, dan tono al cabello, rostro y cuerpo; enseguida se marcan las sombras, se pinta la base, limpian los ojos y se colocan las pestañas.
Por tamaños, hay nacimientos de tres centímetros hechos en barro, le siguen los más comunes que son de 30 o 40 centímetros y de yeso, hasta los más grandes que pueden ser de 90 centímetros hasta 1.70 metros en materiales como resina y fibra de vidrio.
Los precios van desde los 400 a mil 500 pesos, dependiendo del tamaño de las figuras.
La inflación los golpea
El jefe de familia dijo que los artesanos se encontraron este año con un aumento del 35 por ciento o más en el costo de la materia prima, el cual consideró que no tendría que asumir el cliente porque apenas se está recuperando de los dos años de pandemia por Covid-19.
En ese sentido, comentó que en su caso sacrificó mano de obra, por lo que no contrató más personal a fin de poder costear productos como: el bulto de yeso que pasó de 90 a 125 pesos; el tambo de thinner que subió de 3 mil 200 a 4 mil 500 pesos; el ciento de ojos de vidrio, de 150 a 210 pesos y la cubeta de pintura vinílica que aumentó de 2 mil 200 pesos a 3 mil 200 pesos.
Además, agregó que no quiere ahuyentar a la clientela subiendo sus precios, pues refirió que en lo que va de diciembre ve un incremento en las ventas.
“La gente anda como queriendo celebrar este año lo que no pudieron en dos años. Además, muchos seres queridos de las familias que se perdieron, están queriendo volverse a reencontrar después de esto que pasó (la pandemia)”, acotó.
José Luis destacó que ésta es la quinta generación de artesanos, pues sus tatarabuelos creaban figuras de animalitos de barro que en la parte posterior tenían una cavidad y los niños soplaban para que silbaran.
Los artesanos son afectados por el incremento en el costo de la materia prima | Foto de Héctor Hernández
Tanto ama su oficio que a pesar de haber estudiado ingeniería e impartir clases para ejercer su profesión, decidió regresar al taller para seguir elaborando estas figuras que adornan la Navidad en casas, comercios, oficinas, templos religiosos y demás.
Ahora hereda este amor a las artesanías a sus dos hijos y dos hijas, quienes están involucrados en todo el proceso y han logrado llevar cerca de 800 nacimientos a Tijuana donde tres clientes los introducen a Estados Unidos con el sello “Hecho en México”.
