La candidata de Pacto Social de Integración (PSI) a la alcaldía de Quecholac, Guadalupe Martínez Gerardo, hace campaña en una camioneta de lujo que contrasta con la pobreza del municipio.
Las características del vehículo quedaron documentadas en una de las transmisiones que ella y su padre Antonio Valente Martínez Fuentes, realizan con regularidad en redes sociales.
Fue la noche del lunes 15 de abril cuando en un video, Guadalupe Martínez aseguró que Antonio Martínez, su padre, no es el capo huachicolero de la zona, conocido como “El Toñín”.
En la transmisión hecha desde el interior del vehículo se pueden apreciar las características como son los asientos de piel, que corresponden a una camioneta Lamborghini Urus, considerada como superdeportiva y con un costo de agencia que ronda los 9 millones de pesos.
Lo ostentoso del vehículo contrasta con las condiciones de pobreza de ese municipio afectado por la actividad delictiva del huachicol y que se ubica en el epicentro del Triángulo Rojo.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Economía y del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el 90% de la población en esta localidad, es pobre.
Hasta 2020 se estimaba que 20.7 por ciento de la población vivía en condiciones de pobreza extrema, en tanto que un 69.3 se encontraba en situación de pobreza moderada.
En cuanto a la medición de carencias sociales se identificó que casi un 90 por ciento de los habitantes de Quecholac no tenían acceso a la seguridad social.
El siguiente rubro más alto con casi 60 por ciento de población fue la carencia de los servicios básicos en la vivienda y poco más del 30 por ciento estaba en el rango del rezago educativo.
Otro 25 por ciento presentaba carencia por no tener acceso a los servicios de salud y casi un 10 por ciento se ubicó en la carencia por calidad y espacios de la vivienda.
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo señala que hasta el cuarto trimestre de 2023 el salario promedio mensual rondaba los 4 mil 760 pesos.
La candidatura de Guadalupe Martínez busca perpetuar la presencia de PSI en la alcaldía, con lo que alcanzarían ya tres trienios en el poder.
En 2018 ganó ahí su tío Alejandro Martínez Fuentes y en 2021 logró la reelección, pero el 27 de septiembre, a días de rendir protesta, fue detenido y procesado tras un operativo relacionado con el huachicol.
En la vinculación a proceso se señalaron delitos como abuso de autoridad, ejercicio indebido de funciones públicas y contra el funcionamiento del sistema de seguridad pública.
Estuvo un año y medio en el penal de Tepexi de Rodríguez, pero un juez lo desvinculó del proceso en su contra y logró la libertad, aunque tendría que seguir un juicio federal fuera del penal.
A la par de la detención y el proceso de Alejandro Martínez, su hermano Antonio incrementó gradualmente sus publicaciones en redes sociales.
Aunque en un inicio éstas fueron anónimas, con el tiempo mostró su identidad y sus actividades diarias en las que narra que básicamente se dedica al campo.
Incluso ha regalado hortalizas, juguetes y útiles escolares tanto en la región de Quecholac como en otros municipios del Triángulo Rojo.
Fue hacia finales de 2023 cuando comenzó a mostrarse junto con su hija Guadalupe y al acercarse el registro de la candidatura se supo que ella sería la abanderada de PSI.
Al igual que lo hizo en el video de la camioneta de lujo, ella ha mantenido en diversas entrevistas que ni su papá ni ella tienen vínculos con el presunto líder huachicolero conocido como “El Toñín”.