Desde hace varios años, las escuelas registradas ante la Secretaría de Educación Pública (SEP) estatal cuentan con el Manual de Convivencia Escolar, una herramienta para que directivos y docentes conozcan cómo actuar en caso de identificar un problema psicológico en estudiantes.
Fuentes al interior del magisterio comentaron a El Universal Puebla que las escuelas y los maestros deben apegarse a lo que dicta este manual, dar la atención emergente y hablar con el padre de familia, quien a su vez determine si pide el apoyo de un psicólogo particular o alguna instancia de gobierno.
“Como tal, una terapia psicológica dentro de las escuelas no la hay, al menos en escuelas públicas. La SEP no tiene contratados psicólogos-terapeutas, ya que los especialistas que están en servicio lo hacen como psicólogos orientadores”, declararon.
Los maestros sindicalizados refirieron que la tarea de las escuelas es identificar cuáles son los posibles casos de alumnos que padezcan algún problema psicológico, se canaliza con el director de la escuela pública.
En caso de que el plantel cuente con maestro USAER, él deberá atender al escolar, ya que los maestros USAER atienden problemáticas de aprendizaje, del habla, psicológicos, y además ayuda a canalizarlos.
De acuerdo con el Manual de Convivencia Escolar se señalan cuatro fases que indican cómo deben actuar los directivos o maestros en caso de identificar un problema.
Fase 1.- Denuncia y Control de la Situación
Paso 1. Ante una situación de riesgo o de agresión, la víctima solicitará auxilio a la
persona que pudiera estar más cerca.
Paso 1.a Comunicación e información al Directivo
Paso 2. Medidas de urgencia provisionales.
Paso 3. Comunicación a los Padres de Familia o Tutor(es) debidamente validado (s).
Fase 2.- Estudio y valoración
Paso 4. Entrevista con los alumnos. Recopilación de información
Paso 5. Valoración del conflicto
1. Finalización del procedimiento
2. Continuación del procedimiento
Fase 3.- Aplicación del procedimiento correctivo
Paso 6. Notificación de la conducta y aplicación de procedimiento corrector.
Paso 7. Aceptación de procedimiento
Paso 8. Designación de Docente y actuación inicial del procedimiento correctivo
Paso 9. Comunicación a la Autoridad Inmediata Superior
Paso 10. Dictaminación del procedimiento correctivo. Comunicación a los interesados y a la Autoridad Inmediata Superior
Fase 4.- Medidas de apoyo y seguimiento
Paso 11. Para atención a la Víctima
Paso 12. Para el alumno causante del conflicto
Paso 13. Para los alumnos del grupo y Centro Educativo
Paso 14. Para las familias
Paso 15. Medidas posteriores
Hay que recordar que la semana pasada, un estudiante de preparatoria de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) agredió con un martillo a un profesor mientras impartía clases.
La institución educativa informó que el alumno fue entregado a su madre y se les notificó que como medida correctiva se determinó la expulsión del escolar.
En tanto, el maestro recibió atención medica en el mismo centro de trabajo y no requirió ser trasladado a un hospital.
Por su parte, el maestro Jaime García Roque, secretario General de la Sección 51 del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE), reiteró la petición a los padres de familia para que desde casa lleven a cabo la revisión de las mochilas de los escolares.
Indicó que los maestros no están facultados para revisar las mochilas, sin el consentimiento del alumno o del padre de familia
El llamado también es para que se mantenga una constante comunicación entre hijos y padres de familia, de manera que les permita identificar las problemáticas por las que atraviesan los hijos.
Además, recordó que al inicio de cada ciclo escolar los padres de familia reciben un reglamento de la escuela, en el cual se señalan cuestiones básicas, pero también se precisa que el padre de familia o tutor se compromete a estar atento del desarrollo académico y emocional de los estudiantes.
Aurora González de Rosas, presidenta de la Federación Nacional de Asociaciones de Padres de Familia, dijo que lo más importante es que los padres de familia y maestros enseñen en los alumnos la cultura de la denuncia.
“Cuando los niños comentan algo hay que ponerles la atención debida para poder entender qué es lo que está pasando en ello. Nosotros, muchas veces por nuestras ocupaciones, necesidades y trabajos, no ponemos la debida atención hasta que se tienen consecuencias”, declaró.
Reconoció que en las escuelas es difícil poner atención a casos de alumnos con problemas psicológicos cuando se trata de grupos numerosos, por lo que es importante la tarea de los padres de familia.
“Una buena opción es que los estudiantes de psicología, por ejemplo de la BUAP, hicieran su servicio social en las diferentes escuelas públicas, para que los niños tengan estas herramientas”, propuso.
González de Rosas añadió que en el caso de las escuelas particulares, deberían de estar obligadas a contar con cuerpos de especialistas para atender a los escolares con problemas, ya que los padres de familia pagan su colegiatura.
“Ahora con el tema de la pandemia, como que todos voltearon a ver que el núcleo más importante es la familia y las escuelas. No hay otro lugar”, concluyó.