La física indicó que la atraviesa por una situación crítica, pues hacen falta diferentes mecanismos como los que el presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó extinguir. 

“Sí, estamos en un momento crítico por muchos motivos, no hay un apoyo suficiente a la ciencia, no tenemos un mecanismo financiero que nos permita la ciencia de largo aliento, pero de ninguna manera hay que olvidar lo maravillosa que es la ciencia”, dijo la doctora en Ciencias por la Universidad de Oxford, en Gran Bretaña.

Frente a ese panorama, Tagüeña Parga pidió a las nuevas generaciones que no se desanimen y los invitó a estar pendientes de la creación de la Ley General de Ciencia

“Cuando llegue a las cámaras es el momento de discutir, porque no es una ley para una semana, es una ley para los próximos 20 años. Lo que pase en la ciencia en México dependerá de lo que se escriba en la ley general”, dijo. 


Para la nueva ley de ciencia se han emitido diferentes propuestas desde la cámara de senadores y la de diputados; así como el Anteproyecto de Ley General de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación”, que María Elena Álvarez-Buylla, directora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología () entregó al Presidente el 14 de diciembre de 2020.
 
Hasta ahora ningún proyecto ha sido aprobado, por el contrario, han recibido diferentes críticas, pues entre otras cosas, proponen que todo el poder quede centralizado en el Conacyt. 

Al respecto, Tagüeña señaló que la nueva ley puede ser una oportunidad: “De ninguna manera quiero dar la impresión que el sistema fuera perfecto, no, nunca lo fue, pero fue construido con el esfuerzo de mucha gente a lo largo de 51 años que es el periodo desde que se creó el Conacyt, uniendo diferentes visiones y posiciones, porque la ciencia es crítica, nunca estamos todos de acuerdo”. 

Enfatizó que uno de los problemas que enfrenta la ciencia mexicana se debe a la extinción de los fideicomisos, a los que la científica describió como un mecanismo financiero para que se pueda comprometer un presupuesto más allá de los tiempos fiscales.

Ese documento, dijo Tagüeña, contiene “dos cosas escandalosas. Una era la de las mujeres que es de la creatividad del actual Conacyt y que jamás el Conacyt había hecho antes. La otra que sí estaba antes puesta era la que decía que los investigadores becados en el extranjero no debían de hacer manifestaciones políticas de la misma manera en que los investigadores que vinieran a México no debían hacer manifestaciones políticas. El origen de esto es el artículo constitucional 33, es tremendo porque si un extranjero abre la boca en política, se aplica el artículo 33 e inmediatamente lo ponían en un avión”. 

Sin embargo, reconoció que “México ha cambiado la actitud hacia el artículo 33 y prácticamente no se usa, no se escucha ahora, pero por ejemplo, en el movimiento estudiantil del 68, yo conocí a personas a las que les aplicaron el 33. Sí se aplicaba y ese renglón que tenía el reglamento venía copiado del 33. Nunca se ejerció, no se le quitó a nadie la beca por andar criticando al gobierno —y puedo asegurar que sí había críticas porque siempre hay motivos para criticar—. Eso venía del reglamento pasado, pero la brillante idea de sacar a las embarazadas es totalmente originalidad actual. Leí que Conacyt se retractó y lo hizo por la voz de la comunidad, felicitó a los estudiantes que inmediatamente dejaron oír su voz, dijeron que eso no era justo y fueron escuchados. En realidad es muy importante opinar en estos temas”.

 

Google News

TEMAS RELACIONADOS