La ciudad de Puebla es reconocida por su amplia oferta de escuelas de todos los niveles educativos tanto públicos como privados, pero la pandemia por Covid-19 provocó que varias instituciones particulares cerraran sus puertas de manera definitiva.
En el primer semestre de 2021, el gobernador Miguel Barbosa Huerta dio a conocer que, de acuerdo con datos de la Secretaría de Educación Pública estatal, fueron 68 colegios los que decidieron no prestar más sus servicios.
Al mismo tiempo, desmintió que hayan sido 400 escuelas particulares las que desaparecieron de manera definitiva como se informó en algunos medios.
De esas 68 escuelas, dos correspondieron al nivel inicial, 46 de preescolar, 13 de primaria, seis de secundaria y una de educación media superior.
Ello representó que cerca de 22 mil alumnos -de los cuales 10 mil 570 son de nivel preescolar, 8 mil 931 de primaria, mil 671 de secundaria y 796 de educación media superior- pasaran de aulas particulares a escuelas públicas.
Además, mil 241 alumnos de nivel preescolar, mil 459 de primaria, 856 de secundaria y mil 461 de bachillerato, que en total suman 5 mil 17 alumnos, dejaron de estudiar definitivamente.
Para el presente 2022, de acuerdo con Jorge González, presidente de la Unión Poblana de Escuelas Particulares (UPEP), durante los dos años de pandemia por Covid-19 fueron cerca de 200 colegios privados los que no volvieron abrir sus puertas.
Agregó que esta situación la identificaron al inicio del ciclo escolar 2022-2023, porque de las más de 2 mil instituciones que forman parte de la UPEP, desde preescolar hasta bachillerato, el 10 por ciento no pudo continuar.
Señaló que las principales razones son los efectos económicos que dejó la pandemia, aunado a las políticas gubernamentales a nivel federal y estatal contra la educación privada.
En ese sentido, la Secretaría de Educación Pública (SEP) en Puebla mantiene cerrada la ventanilla para entregar permisos a quienes tienen interés en abrir escuelas de carácter privado.
En rede sociales, algunos padres de familia y también profesores, en su momento publicaron el cierre de las escuelas como:
Algunos planteles, con el fin de salir a flote, recurrieron a estrategias como mantener las mismas colegiaturas, ofrecer esquemas de financiamiento a los padres de familia o hacer descuentos en el pago de inscripciones.
Por parte de la SEP estatal no hay hasta la fecha un reporte oficial que informe del total de escuelas particulares que dejaron de funcionar ni el número de estudiantes que dejaron de estudiar o que continuaron su formación académica en planteles públicos.