El examen de admisión a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) registrará una modificación en 2025, que lo hará distinto a lo que se ha aplicado hasta el momento.
Los aspirantes a ingresar tanto a nivel medio superior como superior en la máxima casa de estudios tendrán frente a sí un panorama diferente.
A la fecha, el examen de admisión es considerado como una herramienta para asegurar que los estudiantes que ingresen a la universidad tengan las competencias necesarias para enfrentar los desafíos académicos.
Hasta 2024, el examen contaba con la participación de la Comisión Metropolitana de Instituciones Públicas de Educación Media Superior (Comipems), pero a partir de 2025, la Secretaría de Educación Pública determinó la eliminación del examen a cargo de la Comipems.
Por primera ocasión en la historia moderna de la UNAM, se aplicará un esquema diverso.
En general, la UNAM considera retomar criterios de selección similares a los que existían antes de la creación del examen de la Comipems.
Esto implica la implementación de un examen propio para los aspirantes que deseen ingresar a las Escuelas Nacionales Preparatorias (ENP) o al Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), que serán administrados directamente por la Dirección General de Admisión Escolar (DGAE).
La UNAM podría dejar de depender del sistema Comipems para aplicar un proceso propio.
Es decir, implementaría una prueba diseñada para evaluar las competencias y conocimientos específicos de los aspirantes que buscan ingresar a la UNAM.
Un reto que, sin duda, pondrá a prueba de nuevo la capacidad de adaptación de la máxima casa de estudios del país y, en paralelo, servirá para medir el nivel de preparación que prevalece básicamente entre los egresados de educación secundaria.
Sin embargo, aún no hay nada definido, y habrá que esperar a que la UNAM fije los términos y condiciones en que se desarrollará el proceso de admisión de manera oficial.