Los institutos religiosos en Puebla han tenido un papel importante en la formación principalmente de las mujeres.
De acuerdo con Rosalva Loreto López, autora del libro “Los conventos femeninos y el mundo urbano de la Puebla de los Ángeles del siglo XVIII” debido crecimiento de la población criolla y mestiza, los españoles se vieron en la necesidad de crear instancias en las que se resguardase la castidad y pureza femeninas de sus descendientes.
Fue así como los primeros conventos para mujeres surgieron bajo la necesidad de albergar y educar a españolas y criollas que por vocación, orfandad o pobreza no habían contraído matrimonio.
En algunos casos, los conventos iniciaron sus actividades como beaterios, recogimientos o colegios de mujeres dedicadas a la oración, que hacían votos temporales de pobreza, castidad y obediencia.
Así se podría decir que las mujeres intelectuales de la época estaban adscritas a la vida religiosa, ya que era una manera de tener acceso a una mejor y más amplia formación.
De acuerdo con varios cronistas de la ciudad, los primeros colegios para mujeres en Puebla, fueron: el Ex Convento de Santa Rosa, el Colegio Jesús María Niñas Doncellas, Colegio Vírgenes de la Inmaculada Concepción, el Colegio de las Madres Trinitarias, entre otros.
Primeros colegios para mujeres en Puebla
El Ex Convento de Santa Rosa fue construido en el siglo XVII. Este monasterio fungió como beaterio de las monjas dominicas, en donde cientos de mujeres aprendían costura, bordado, música y bastante cátedra religiosa acerca de la pureza y como ser una buena esposa.
El Colegio de Jesús María de Niñas Doncellas fue construido en el siglo XVI. De acuerdo con un informe presentado ante el ayuntamiento en 1746, por Fray Juan Villa Sánchez, titulado “Puebla sagrada y profana”, en 1597, el alguacil mayor y alcalde de la ciudad, Juan García, patrocinó la construcción de este colegio, en el que se atendió a españolas y criollas para que tuvieran una educación acorde a sus requerimientos.
Actualmente, esta construcción se encuentra ubicada en la calle 4 Sur 507.
El Colegio Vírgenes de la Inmaculada Concepción fue construido en el siglo XV y fundado en 1646 por el Obispo Don Juan de Palafox y Mendoza. Años más tarde, en 1800, las Hermanas de la Caridad, se hicieron cargo del Colegio que desde entonces se llamó "Colegio de San Vicente de Paul”.
El edificio escolar ubicado en la 2 Sur número 704, fue expropiado en 1936 hasta que un año después volvió a funcionar con el nombre oficial de Esparza, en el edificio marcado con el número 111 de la calle 13 Poniente.
Fue hasta el 2003 cuando se permitió que estudiantes del género masculino pudieran estudiar en el Colegio Esparza.
Colegio de las Madres Trinitarias: las primeras Hermanas Trinitarias llegaron a México el 29 de septiembre de 1925 y Puebla fue el primer estado donde se establecieron.
Durante el siglo XX, una parte del convento de San Francisco se convirtió en un colegio para “la preservación y regeneración de la Mujer”, manejada por la orden de las monjas trinitarias.
Dicho colegio, alcanzó fama por lo estricto de sus reglas. Hoy solo quedan ruinas y oficinas gubernamentales de aquel colegio que ubicado en el barrio de El Alto, en la 12 Norte número 803.