El próximo 20 de septiembre se llevarán a cabo elecciones en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), para elegir al próximo rector de la Máxima Casa de Estudios de la entidad y la investigadora María Lilia Cedillo Ramírez, es una de las aspirantes al cargo.
Nacida en la ciudad de Puebla en 1959, estudió en la Facultad de Ciencias Químicas de la BUAP, donde se graduó como química farmacobiologa en 1982.
Posteriormente estudió en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional (IPN), donde obtuvo la maestría y el doctorado en Ciencias con especialidad en microbiología en 1986 y 1990, respectivamente.
Entre su trayectoria académica también realizó una estancia posdoctoral en el Departamento de Microbiología en la Universidad de Alabama en Birmingham, Estados Unidos, de enero de 1992 a enero de 19936.
Cedillo ha sido profesora investigadora del Centro de Investigaciones en Ciencias Microbiológicas del Instituto de Ciencias (ICUAP) de la BUAP, del cual fue también directora, así como vicerrectora de Extensión y Difusión de la Cultura y directora del Complejo Cultural Universitario.
Hasta el 24 de marzo de este 2021, Cedillo Ramírez era directora del Centro de Detección Biomolecular de la BUAP e integrante de la Comisión Institucional para el Seguimiento y Evaluación de la Pandemia por el SARS-CoV-2, pero renunció a todo cargo institucional en agosto del 2021 para buscar la rectoría de la BUAP.
Entre sus primeros recuerdos, señala su inquietud por saber de dónde venía el hombre. Y de ahí nacieron muchas cosas. “Cuando uno trata de buscar esa respuesta y no las encuentras, empieza a investigar y a interesarse por la investigación” indicó en una entrevista que le hiciera la BUAP.
De niña le gustaba mezclar todo lo que encontraba y piensa que ahí estaba oculto su espíritu de química y por eso se dedicó a esa carrera. La microbiología llegó a su vida sin que se diera cuenta “y uno no se da cuenta quizá porque tiene buenos mentores”.
Varias personas influyeron en su vida y en su pasión por la microbiología, como la doctora Silvia Giono Cerezo, a quien considera su mamá académica. Ella formó a jóvenes investigadores y muchos de ellos se desarrollan hoy, y de manera muy muy exitosa, en diferentes partes de nuestro país y en el extranjero. O el doctor Morales Carranza, a quien agradece que le haya cobijado en su laboratorio cuando comenzaba.
En 1993 fue un año muy importante para Cedillo Ramírez, porque se convirtió en madre y también fue parte del grupo de investigación que publicó el artículo “Isolation of Mycoplasma pneumoniae from asthmatic patients”.
Se trató de un artículo que marcó la diferencia para quienes participaron en la investigación de micoplasmas y para la investigación sobre el papel que podía jugar esta bacteria de la familia Mycoplasmataceae en pacientes asmáticos.
Este texto fue precisamente el que provocó que a los micoplasmas se les tomará en cuenta como posibles agentes que causan la exacerbación del asma y por eso diferentes grupos de científicos en todo el mundo empezaron a considerar los micoplasmas, en particular el Mycoplasma pneumoniae.
El Centro de Detección Biomolecular de la BUAP, fue un logró del doctor Ygnacio Martínez Laguna, quien lo consiguió a través de un proyecto financiado por el Conacyt, por el gobierno estatal y por la BUAP.
El centro surgió a raíz de la pandemia de influenza AH1N1 en el año 2009 por iniciativa de un grupo de investigadores, liderados por el doctor Martínez Laguna.
A la doctora Lilia Cedillo le tocó echar a andar a ese niño para que diera sus primeros pasos, pero agradece muchísimo la colaboración de sus compañeros que trabajan en el Centro, quienes, además de muy profesionales, son personas muy entregadas, siempre dispuestas a dar lo mejor de sí en aras de contribuir al conocimiento científico, pero también a la salud de los y las universitarias.
La divulgación de la ciencia fue otra pasión que descubrió en el camino y aunque los inicios los considera poco afortunados, pues estaba acostumbrada a escribir en lenguaje científico, cambió su estilo, para acercarse a los jóvenes, mostrándose como es con sus alumnos, con quienes suele bromear y compartir anécdotas,
Y así, con sus aportaciones para el periódico universitario, se publicó su primer libro.
Posteriormente, los diseñadores Daniel Arenas y Eduardo Picazo le ayudaron a publicar una serie de libros que tienen como propósito comunicarse con personas de todas las edades, desde niños pequeñitos hasta adultos mayores que quieren saber un poquito más del fascinante mundo de la ciencia.
A lo largo de su trayectoria académica, María Lilia Cedillo Ramírez, ha dirigido 24 tesis de licenciatura, 16 tesis de maestría y 8 tesis de doctorado.
Además tiene publicados 48 artículos en revistas nacionales e internacionales, 12 capítulos de libros y 5 libros de divulgación científica enfocados en temas relacionados con las enfermedades infecciosas y la salud.