Debido a que lleva siete meses cerrado, luego de ser tomado por un nuevo patronato, Liza Quinn y Fabrizio García, de cuarto semestre de la carrera en Física, lamentan no conocer el campus de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP).

Fue a partir de las marchas y los campamentos instalados en la calle que ambos pudieron convivir con la comunidad y sentirse en el espacio universitario.

El joven comentó que ya es mucho tiempo el que han estado frente a una computadora para las clases en línea, por lo que la parte de la convivencia física también afecta porque “pierdes el ánimo”.

Explicaron que justo en esta semana comenzaron sus exámenes parciales.

“Aquí no hay paro, las clases siguen, entonces los profes nos apoyan y nosotros los apoyamos”, resaltó.

Liza recordó que el campus lleva siete meses tomado y desde tiempo atrás les afectó la pandemia del Covid-19, por lo que la educación que se ha recibido no es lo que debería ser.

“Muchos de nosotros estamos deprimidos, cansados, fastidiados, y se le suma que nos están criminalizando y tenemos una pandemia encima”, expuso.

Indicó que mientras intentan visibilizar la situación de la UDLAP con la instalación de carpas y butacas en las afueras de la institución, las condiciones han sido adversas, “todas estas situaciones en vez de sumar nos restan”, lamentó.

La chica comentó que pensó en algún momento darse de baja este semestre, pero al ver la lucha que se está realizando, decidió continuar estudiando en la UDLAP.

“Vi el plantón y que se apoyaban entre profesores y alumnos, y a lo mejor las condiciones no son las ideales, pero algo positivo es justamente la comunidad”, declaró.

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