El Pico de Orizaba o Citlaltépetl, ubicado entre los estados de Puebla y Veracruz, sí representa un peligro para las poblaciones que lo rodean a pesar de ser considerado un volcán dormido y no presentar señales de actividad, afirmó Edwin Ulices Monfil León, egresado de la licenciatura en Geografía de la Universidad Veracruzana (UV).
Al igual que los volcanes situados en la misma cadena volcánica, como el Cofre de Perote, el Pico de Orizaba tiene implicaciones importantes en las poblaciones circundantes.
Monfil sostuvo lo anterior en su ponencia “Peligro asociado a un volcán dormido –los lahares secundarios del Pico de Orizaba”, como parte del ciclo de conferencias del Cuerpo Académico (CA) Volcanes, Sismos y Sociedad, del Observatorio Sismológico y Vulcanológico de Veracruz (OSV).
En la plática transmitida por Zoom dio a conocer los resultados de algunos estudios realizados al volcán Pico de Orizaba, durante la Licenciatura en Geografía y la Maestría en Gestión de Riesgos y Cambio Climático.
Explicó algunos de los peligros e implicaciones que podrían esperarse, pues a lo largo de su historia han ocurrido colapsos importantes que no han estado asociados a eventos eruptivos.
“Wso los hace realmente peligrosos porque no hay un aviso previo, de ahí que sea significativo tener conocimiento del peligro latente, así como otro tipo de eventos”, señaló.
Su tesis de licenciatura se centró en el análisis de los registros de lluvia en diferentes estaciones ubicadas en los alrededores del volcán, por las afectaciones al paso del río Jamapa, dentro del Parque Nacional Pico de Orizaba, derivado del lahar secundario registrado entre el 1 y 10 de agosto de 2012.
Éste fue ocasionado por el paso del huracán “Ernesto” en el sur de México y provocó precipitaciones extraordinarias en la región montañosa del centro de Veracruz, donde se localiza el volcán más alto del país.
Un lahar, dijo, es un flujo de agua mezclado con sedimento volcánico que desciende a través de las laderas del volcán, por lo cual es más denso y adquiere un poder destructivo mayor que si fuera únicamente un flujo de agua normal.
“Como llevan una carga importante de roca son altamente destructivos y afectan de muchas maneras la economía de las personas que viven en los alrededores”, detalló
Por medio de imágenes, mostró los canales que se formaron en la parte noreste del volcán, por encima de los 4 mil 200 metros sobre el nivel del mar, resultado del evento ocurrido el 9 de agosto de 2012.
También dio a conocer que el Pico de Orizaba es considerado un estratovolcán, debido a que ha sido construido en diferentes etapas.
La primera base de formación es el Cono Torrecillas y data de hace alrededor de 650 mil años. Posteriormente, surgió el Cono Espolón de Oro, hace 210 mil años, que concluye su formación con un colapso del cono no asociado a eventos eruptivos. Finalmente, el cono actual es el Citlaltépetl, formado hace 16 mil 500 años.
Todos estos cuerpos rocosos enfrentan diversos procesos ante la presencia de glaciares, constantes nevadas, cambios bruscos de temperatura y oscilaciones marcadas en estos ambientes.
Los incendios también tienen implicaciones en los procesos de erosión del suelo. Tan sólo por arriba de los 4 mil 100 metros hay partes sin vegetación que deben considerarse, pues los efectos erosivos son muy marcados y la falta de vegetación en estas zonas genera una mayor posibilidad de que sufran procesos de remoción en masa.
Otro de los peligros lo representan las altas temperaturas durante el verano, las cuales han ocasionado que el cuerpo del glaciar Jamapa se derrita.
Debido a estas áreas inestables se generarían peligros para las poblaciones ubicadas al fondo del valle.
“Es importante saber que a pesar de que el Pico de Orizaba no muestra una actividad eruptiva, debemos estar conscientes de que tiene estos procesos que han ocurrido”, agregó
Algunos de los ríos principales que surgen del volcán son Quetzalapa, Tliapa, Metlac, Orizaba, Chiquito, Sin Nombre, Tecajete y Paso Buey.