En los últimos años las redes sociales han contribuido a impulsar iniciativas en pro y en contra de algunos sucesos que se desarrollan en la sociedad, y han ayudado a visibilizar algunas agendas como un espacio público donde se plantean algunas demandas.
Así lo planteó Cuauhtémoc Cruz Isidoro, responsable de la Cátedra Ellacuría de Análisis de la Realidad e Incidencia Mediática en la Universidad Iberoamericana de Puebla, quien explicó algunos de los casos que han tenido visibilidad a raíz de publicaciones en Twitter o Facebook.
“No solo por un tuit se va a cambiar el mundo, sí podemos contribuir, pero hay que incidir en nuestro espacio y en la vida física”, señala.
Entre esos, ubicó al movimiento #YoSoy132 en 2012, donde un colectivo de estudiantes tuvo mucha visibilidad y jugó un papel fundamental.
Otro fue el movimiento #MeToo, que, gracias a las redes sociales, han encontrado estos canales de visibilización de alguna demanda.
“Hay una democratización de los medios, o de los espacios, y las redes ayudan a potencializar estos mensajes, tener visible esa agenda que a veces en los medios tradicionales no necesariamente son retomados”, indicó el especialista en entrevista con El Universal Puebla.
Sin embargo, contrario a lo anterior, Cuauhtémoc Cruz Isidoro advirtió que existe otro panorama.
Uno donde puede ser ventajoso permitir el anonimato en las redes sociales, pero esto, en ocasiones, puede representar un riesgo, porque a veces no se sabe quiénes están detrás de ciertos movimientos.
“Por ejemplo, movimientos contra la prensa, prensa vendida o corrupta, ese anonimato permite la agresividad contra periodistas”, lamentó.
El internet y la alfabetización digital
El especialista en transparencia y acceso a la información de la Ibero Puebla, añadió que otra situación que va acompañado con las redes sociales, es el tema de cobertura y alfabetización digital.
Detalló que, por ejemplo, se estima que el 70 por ciento de personas en zonas urbanas tiene acceso a internet y, por tanto, puede hacer uso de las redes sociales, pero en áreas rurales todavía no hay un avance, sigue siendo limitado.
“Va a la par, el gran reto es que más personas tengan acceso a internet que se vaya cerrando esa brecha de conectividad (...) y entre más vayamos formando ciudadanos en el ámbito digital más se aprovechan estos espacios”, acentuó.