El caso de Norma Lizbeth, estudiante de 14 años que perdió la vida tras ser víctima de bullying por parte de sus compañeros en la Secundaria Oficial 0518 en Teotihuacán, Estado de México, ha conmovido e indignado a la sociedad mexicana.
Sin embargo, no es el único desenlace trágico que ha ocurrido en una escuela del país, al menos en Puebla se han dado varios casos registrados en videos donde los alumnos se lían a golpes, tanto dentro y fuera de los planteles educativos.
El Universal Puebla recuerda tres casos trágicos de bullying, donde al menos dos estudiantes perdieron la vida ante las agresiones de alumnos y maestros, sin que a la fecha haya castigo para los presuntos responsables.
La mañana del 29 de octubre de 2013, Antonio de Jesús López Monge acudió a la escuela secundaria “Galileo Galilei”, ubicada en el municipio de Amozoc, sin pensar que ese sería su último día de clases.
“Toñito”, como le decía su mamá, muy a su pesar, acudía a la escuela, donde un grupo de compañeros lo molestaban y le propinaban golpes, aunque su madre habló con el director del plantel desde la primera agresión que le confesó su hijo de 13 años.
Ese día, nuevamente fue golpeado por estudiantes que le propinaron patadas y puñetazos, debido a la gravedad de los golpes el menor tuvo que ser trasladado por las mismas autoridades escolares al Hospital de Tepeaca donde permaneció en coma.
Ante lo delicado de sus heridas se formó un coágulo en el cerebro y tuvo que ser trasladado al Hospital Juárez de la Ciudad de México, donde se le realizaron nueve operaciones, lo que desencadenó parálisis, dificultades para hablar y pérdida de memoria.
María de Jesús Monge Tapia, madre del menor de edad, junto con su padre desde el día de la agresión interpusieron una denuncia en la entonces Procuraduría General del Estado de Puebla para que se castigara a los responsables.
Después de 17 meses de permanecer internado en el hospital, Toñito murió y sus atacantes nunca fueron detenidos o llevados al Centro de Internamiento Especializado para Adolescentes (CIEPA).
Por parte de la Secretaría de Educación Pública (SEP) solo se destituyó a Margarito Emilio Basilio Gómez, director de la escuela secundaria, por no haber avisado oportunamente de lo ocurrido a las autoridades competentes.
La tarde del 17 de junio de 2022, en un domicilio de la junta auxiliar Romero Vargas, perteneciente al municipio de Puebla, se encontró el cuerpo sin vida de Aldo Antonio Clavel, de 17 años.
La noticia fue un impacto para sus padres, quienes de acuerdo con la carpeta de investigación GEP/EAT/FIM/HOMICIDIOS-I/015056/2022 denunciaron como responsable a la maestra de Cálculo Integral y Matemáticas del Bachillerato Vespertino "Octavio Paz Lozano".
Aldo era muy buen estudiante en la escuela ubicada en Sanctorum, perteneciente a Cuautlancingo, pero solo en la materia de la maestra Hada recibía malas calificaciones, así como maltrato y burlas por parte de la docente.
La madre de Aldo en cuatro ocasiones acudió a la escuela para hablar con los directivos y pedir que la maestra cambiara su comportamiento hacia su hijo, a quien presionaba hasta los fines de semana mediante mensajes de texto en su teléfono celular.
Pese a los esfuerzos que el joven estudiante hacía para aprobar los exámenes, cumplir con las tareas y hasta participar en los concursos de matemáticas, la maestra siempre le hacía burlas, lo excluía del grupo, ejercía discriminación y daño emocional.
De acuerdo con Claudia Martínez, madre de Aldo, su hijo se suicidó ante tanta presión que ejerció la maestra sobre él, pues el fin de semana anterior al suceso no salió de casa para concentrarse en sus estudios porque participaría en un concurso de matemáticas.
“La maestra le prometió que si participaba tendría un 10 de calificación en la materia, pero luego de su participación terminó por ponerle un seis en la boleta. Mi hijo se desveló por ese concurso y ante la presión ya no dormía, tenía insomnio, falta de apetito, mareos, dolores de cabeza y ansiedad”, compartió la madre a un medio local.
Pese a que se denunciaron los hechos, las autoridades nunca investigaron a la maestra Hada N. ni a José Luis Olguín, director del bachillerato, donde otros dos alumnos más dijeron que también han sido víctimas de bullying.
Un caso de abuso sexual en contra de un niño de 9 años se habría cometido en la escuela primaria “Julián Hinojosa”, en la colonia Xonaca de la ciudad de Puebla, de acuerdo con la denuncia que hicieron familiares de la víctima.
Los hechos habrían sido cometidos por otros compañeros de la víctima, por lo cual los padres también señalaron al director del plantel, Mario Hernández Pérez, de tener conocimiento de lo ocurrido, pero haberlo ignorado.
Incluso el entonces gobernador Miguel Barbosa Huerta ordenó a la Secretaría de Educación Pública intervenir para conocer cómo fueron los hechos.
Barbosa Huerta añadió que tanto docentes como directivos son quienes tienen que darse cuenta de las conductas de los alumnos, niños, adolescentes y jóvenes, si son irregulares, más cuando generan condiciones de acoso en el trato estudiantil, desde el bullying hasta el abuso sexual.
Pero a la fecha no se conocen los avances en las investigaciones ni el tipo de ayuda que proporcionaron a la víctima de violación y a sus familiares.