En todo el país, las casas y departamentos tuvieron la mayor alza de precios de los últimos 14 años, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
El alquiler promedio de las viviendas se elevó 3 por cien el año pasado, mientras que el precio de inmuebles aumentó 2.9 por ciento. La renta y venta de casas no subían tanto desde 2008.
La banca está cobrando las mayores tasas hipotecarias en más de una década, incluso hay créditos que alcanzaron un nivel de hasta 24 por ciento.
El Costo Anual Total (CAT) de los préstamos para adquirir casa o departamento comprende la tasa de interés, comisiones, bonificaciones, seguros obligatorios y gastos por otros servicios.
El Banco de México (Banxico) dio a conocer que el CAT promedio fue de 13.98 por ciento en diciembre pasado, y se trata del costo más alto en 11 años, desde marzo de 2012, cuando llegó a 14.18 por ciento.
Hay bancos que cobraron una hipoteca máxima de 24.81 por ciento, la mayor desde que hay registro disponible, a partir de 2004.
Para determinar los intereses que cobran por los préstamos, las instituciones privadas utilizan la tasa de Banxico, cuyo nivel ha subido con el objetivo de frenar la inflación, expuso la Condusef.
Banxico reportó que los préstamos bancarios para comprar viviendas media y residencial aumentaron 4.2 por ciento en diciembre.
En cambio, los créditos para viviendas populares se redujeron 9.1 por ciento y cumplieron siete años y medio bajando de manera consecutiva, ya que no han dejado de disminuir desde agosto de 2015 al restar la inflación.
La vivienda barata empezó a caer a mediados del sexenio de Enrique Peña Nieto, tras eliminarse subsidios para adquirir estos inmuebles entre los estratos económicos más bajos, así como el encarecimiento tanto de la tierra como de los insumos para construir, así como las reglamentaciones municipales, que han hecho oneroso y lento el desarrollo de nuevos proyectos inmobiliarios de este tipo.