América Latina y México tienen un contexto muy favorable para la adopción de la tecnología blockchain y de las criptomonedas, porque se salta un escalón en la transformación digital e innovación en materia financiera, detalló Edy Weber, CEO de Koibanx.
En Europa, así como en algunas parte de Asia y Estados Unidos, hay más tarjetas que personas y los productos financieros son digitales, mencionó.
“En nuestro caso tenemos economías muy informales todavía, y eso ayuda a que ese retraso que traemos haga que los incumbentes en el sector financiero tengan que dar un salto cuántico hacia la próxima capa, un poco por demanda de los usuarios”, comentó Weber.
Los casos de adopción más común son Venezuela, Argentina, Colombia y México.
En México hay un marco regulatorio con la Ley Fintech, en la que se da lugar a las criptomonedas; asimismo, Banxico y CNBV han aceptado la tecnología blockchain para transacciones de instituciones reguladas y las remesas, destacó Weber.
Los usuarios “de a pie” tienen incentivos directos al ahorrar en criptomondedas o transaccionar, dijo: “Es muy claro desde lo económico, porque es más rápido, tiene comisiones más bajas y es transparente”.
Aunque reconoció que la gran traba para la adopción de los usuarios finales de manera directa se hace en la usabilidad.
“Hoy no es tan sencillo que un usuario de manera directa cree su propia billetera de criptomonedas, la sincronice en blockchain y comience a usarla”.
Actualmente, para que las personas tengan acceso a este tipo de tecnologías deben recurrir a jugadores indirectos como empresas reguladas o fintechs, que trabajan con blockchain y cirptomonedas y le prestan un servicio a los usuarios finales. Por ejemplo en México, Bitso, que es una casa de intercambio de criptomonedas, ofrece el servicio de remesas, de pago con billetera propia; también Taurus tiene todo un servicio en México de inversión.