El estado de Puebla es conocido por los inversionistas como un sitio donde sí funcionan los negocios.
Prueba de ello son tres franquicias de origen poblano que no sólo tuvieron éxito en la entidad sino en otras partes de México.
La más conocida de ellas es The Italian Coffee que surgió en 1996 por la iniciativa de José Luis Salazar y Domingo Minutti, quienes en casi dos décadas han visto crecer el proyecto.
Hasta el año pasado se consideraba que en el país habría unas 400 sucursales y de acuerdo con sitios especializados como Stadista, que ofrece resultados de encuestas al consumidor, acaparaban el 8.6 por ciento del mercado.
Esto sólo por debajo del 56.6 por ciento que tenía la cadena internacional de Starbucks y por arriba de un 8.4 de Café Punta del Cielo.
Sin embargo, la iniciativa de las franquicias poblanas no sólo ha dado resultados en la industria de las bebidas de cafetería, sino en otros giros.
De acuerdo con sitios de oferta de franquicias nacionales, otros dos negocios de origen poblano que han tenido resultados favorables son Topolino y Studio S.
La primera es una cadena de helados surgida en la región de Atlixco por iniciativa de Pilar Minutti que ahora cuenta con sucursales en Puebla, Oaxaca, Tlaxcala y próximamente Ciudad de México.
Mientras que el salón de belleza tuvo una inversión inicial de una emprendedora de origen de Veracruz, pero se considera de la entidad y ahora tiene presencia también en Oaxaca, Guerrero, Tlaxcala, Ciudad de México, Estado de México e Hidalgo.
Esta última cadena enfrentó el año pasado una crisis por un par de clientas cuyo cabello resultó dañado en procesos de decoloración, aunque la empresa se defendió por la presencia de químicos previos no reportados por las afectadas.
Según algunas fichas de su promoción, Studio S cuenta con 10 años de experiencia y parte del éxito radica en que tiene servicios y costos estandarizados.