En 2023 el programa social de Pensiones para Adultos Mayores concentrará el 35 por ciento de las transferencias de recursos a programas sociales de acuerdo con el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), advirtió la organización México Evalúa.

En su análisis "", la organización no gubernamental señala que en 2023 se propone un presupuesto para programas de subsidios de 951 mil millones de pesos, que significan un aumento de 15 por ciento (124.9 mmdp) con respecto al PEF 2022, pero de apenas 2.2 por ciento (20 mmdp) en relación con el promedio de 2013 a 2018, con lo cual no se superarían los récords alcanzados en 2014 y 2015.

Señala que, pese al discurso, las transferencias del actual Gobierno no han sido superiores a las del sexenio pasado.

Las Pensiones de Adultos Mayores llegarán a 335 mmdp, un aumento de 34 por ciento (85 mmdp) frente a 2022, y acumularán el 35 por ciento del gasto total en transferencias.

Es decir, la mayor parte del incremento en subsidios para el año que viene, el 68 por ciento se deberá al mayor presupuesto para este programa de pensiones, insignia de la actual administración.

De 2018 a 2023 las Pensiones de Adultos Mayores habrán crecido 629 por ciento (289 mmdp), mientras que en el mismo periodo el gasto total de programas de subsidios aumentó sólo 13 por ciento (112 mmdp).

El incremento del programa consentido de este Gobierno se dio a costa de otros programas, señala México Evalúa.

Agrega que si bien las Pensiones de Adultos Mayores son un programa relevante para la economía de muchas personas, México tiene problemas que no deben desatenderse, y hay que tomar en cuenta, además, que las pensiones no se focalizan en los más pobres, sino que se otorgan de manera universal, a todos los adultos mayoresde 65 años.

De hecho, la Secretaría de Hacienda calcula que el 20 por ciento más pobre de la población obtiene el 7.7 por ciento de los recursos de este programa, mientras que el 20 por ciento más rico obtiene el 20.9 por ciento, lo que significa que el programa social de mayor presupuesto, que cada año concentra más recursos, es regresivo.

La oportunidad de aumentar las pensiones se ha abierto al mismo tiempo que el recorte o la desaparición de programas dedicados a la educación, ciencia, seguridad, salud, medio ambiente, igualdad entre mujeres y hombres, entre otros, como lo exponemos en el análisis particular de los Números de Erario.

Incluso programas que nacieron con este Gobierno, como las Becas Benito Juárez o Jóvenes Construyendo el Futuro, tendrán menos presupuesto en 2023 que el ejercido en otros años.

Otro récord que se romperá en 2023 es el de la opacidad en lo que concierne a la distribución geográfica de los recursos para subsidios.

El próximo año la proporción de recursos sin clasificación geográfica o localizados en CDMX será de 87 por ciento, el mayor porcentaje de la década.

Este vacío de información facilita el uso discrecional y electoral de los recursos, y da pie a actos de corrupción, señala el organismo.

Además, va en contra del artículo 84 de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, que estipula que “(…) El Ejecutivo Federal deberá señalar en el proyecto de Presupuesto de Egresos la distribución de los programas sociales, estimando el monto de recursos federales por entidad federativa”.

De hecho, los 15 programas de subsidios con más recursos para 2023 se clasifican sólo en CDMX o no cuentan con distribución geográfica.

Entretanto, de 71 programas de subsidios, sólo 14 tienen recursos clasificados en las 31 entidades, sin contar a CDMX.

Los programas de subsidios han ido perdiendo la lógica necesaria para resolver problemas públicos, y han dejado desatendidos importantes objetivos del desarrollo social.

Al mismo tiempo, han ido ganando velocidad en su entrega, a causa de la falta de requisitos que deben cumplir a la hora de transferir los recursos a la población.

Es indispensable evitar que una gran cantidad de recursos se destine a programas que han demostrado no beneficiar a los más vulnerables o a poblaciones afectadas por problemas públicos.

Para contribuir a evitar el uso electoral de los programas de subsidios, éstos deben cumplir con la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria antes de aprobarse un presupuesto, especialmente con el artículo 84 de esta ley, que exige que se transparente el destino geográfico de tales subsidios.

Corregir la regresividad de los programas de subsidios, mejorando su diseño, estableciendo en primer lugar su propósito concreto; y en segundo término dirigirlos a las personas que cumplan con las características que materializan ese propósito.

Por ejemplo, las Pensiones para Adultos Mayores deben enfocarse en adultos mayores que no cuenten con un ingreso por jubilación, señala.

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