En 2024 se cumplirán 10 años del arranque de operaciones de plataformas transporte privado en Puebla y aunque cada vez se ven menos taxis y sitios en la zona metropolitana y otros municipios grandes, ambas son alternativas vigentes.

Tanto en grupos especializados en redes sociales como en relatos personales, los conductores han expresado los pros y los contras de operar taxis convencionales o de aplicación.

Quienes aún apuestan por los taxis convencionales han expresado en grupos de Facebook que hay algunas dificultades relacionadas sobre todo con la obtención de placas.

Entre las quejas frecuentes también están las relacionadas con las dificultades para encontrar tanto automóviles para trabajar a manera de renta, como contactos con centrales para garantizar formalidad.

En Puebla hay cada vez más taxis de plataforma y menos convencionales | Agencia Es Imagen para El Universal Puebla
En Puebla hay cada vez más taxis de plataforma y menos convencionales | Agencia Es Imagen para El Universal Puebla

Entre las ventajas que aún le encuentran los taxistas a esta modalidad está el hecho de que algunas bases se limitan a ciertas zonas de la ciudad y zona metropolitana y que pueden hacer base en espacios de mayor afluencia como hospitales o centros comerciales.

Los taxis regulares también siguen siendo una alternativa muy solicitada en municipios del interior del estado en donde aún hay poca presencia del transporte de aplicación.

Sin embargo, este negocio comenzó a dejar de ser una buena opción en municipios grandes como Puebla y Tehuacán, donde esta semana se registró una manifestación para exigir el cese a las plataformas que antes no operaban en la zona.

En cuanto a ganancias, antes de los taxis de app, un chofer ganaba hasta mil 500 o 2 mil pesos al día y hoy los ganan a la semana.

Mientras que un conductor de Uber o Didi llega a ganar hasta 7 mil pesos a la semana.

Aunque pareciera que el servicio de transporte mediante plataformas es una mejor opción, los operadores consideran que también tienen desventajas.

Un operador que prefirió el anonimato y lleva casi un año dando el servicio expuso que, aunque él no ha tenido la experiencia como otros compañeros de manejar en las dos modalidades, sí puede ver diferencias.



A él, señaló, en algún momento le tocó utilizar el servicio de los taxis convencionales y le tocó padecer las altas tarifas, pues son establecidas al libre albedrío.

En el caso de Didi, en donde trabaja, explicó que esto es distinto en parte por las evaluaciones que reciben por parte de los usuarios y los precios ya establecidos por el mismo sistema.

Entre las ventajas que le encuentra a una plataforma está el hecho de que el mismo sistema permite que cada siguiente viaje esté cerca del lugar en donde se encuentra, lo que le evita hacer recorridos en búsqueda de usuarios.

También considera positivo que los cobros puedan hacerse con tarjeta de crédito, pues esto evita problemas con billetes falsos, tener que dar cambio o cargar con efectivo.

Sin embargo, las plataformas no dan la opción para que el conductor elija cómo quiere recibir los pagos.

Otra desventaja que destacó es que a pesar de la tecnología, hay pruebas no superadas como, por ejemplo, que los usuarios puedan no ser las personas que aparecen en los perfiles o que haya desconocimiento sobre su uso.

Eso, por ejemplo se ve reflejado en la selección de lugares en el mapa que en ocasiones están mal etiquetados por la plataforma y se seleccionan viajes erróneos, por lo que un ajuste de precio puede ser más caro y generar un conflicto con los usuarios.

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